El presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ednaldo Rodrigues, se refirió a las condenas por violación de Robson de Souza 'Robinho' y Daniel Alves como "uno de los capítulos más nefastos del fútbol brasileño" y expresó su apoyo a las víctimas de estos.
"Es vergonzoso que un jugador se sienta cómodo cometiendo este tipo de perversidades, creyendo que lo que logró a través del deporte lo protegerá de alguna manera de cualquier castigo", señaló en una nota el máximo dirigente de la CBF, quien se encuentra en Londres para asistir al amistoso del sábado con Inglaterra.
La declaración de Rodrigues llega un día después de que la presidenta del Palmeiras, Leila Pereira, en su condición de jefa de la comitiva de la CBF en este parón de selecciones, condenase que "nadie" del mundo del fútbol se hubiera pronunciado sobre las penas de cárcel que han recibido Robinho y Dani Alves por violación.
Rodrigues afirmó ahora que "los dos casos, que implican a jugadores que fueron estrellas de la selección brasileña, uno de los mayores iconos culturales" del país, y que "no pueden terminar con la condena de los dos culpables".
En su opinión, "es fundamental que la actitud valiente de las víctimas inspiren a cada vez más mujeres a no callarse ante tales barbaridades".
En el caso del exjugador del Real Madrid, Manchester City y AC Milan ingresó en prisión el jueves en Brasil para empezar a cumplir una pena de nueve años de cárcel por participar en una violación grupal a una joven albanesa en una discoteca de Milán, en 2013.
Fue condenado en firme por la Justicia italiana y el miércoles pasado el Tribunal Superior de Justicia de Brasil homologó la sentencia para ejecutarla en el país, una vez que la Constitución brasileña prohíbe extraditar a sus ciudadanos natos.
Por su parte, Alves fue condenado en primera instancia por la Justicia española a cuatro años y medio de cárcel por un delito de agresión sexual, tras violar a una mujer en una discoteca de Barcelona, en diciembre de 2022.
Sin embargo, a falta de la resolución de los recursos de apelación, la Audiencia de Barcelona le puso el miércoles una fianza de un millón de euros para quedar en libertad provisional, dinero que está intentando recopilar desde entonces.