El presidente Joe Biden llegará al discurso sobre el Estado de la Unión de este jueves con un plan ampliado para aumentar los impuestos corporativos y utilizar las ganancias para recortar los déficits presupuestarios y recortar los impuestos para la clase media.
En este año electoral, el presidente demócrata está refinando la agenda económica que ha estado impulsando desde la carrera presidencial de 2020, tratando de demostrar que está abordando las preocupaciones de los votantes sobre el costo de vida. Con el control republicano de la Cámara, es poco probable que la agenda de Biden se convierta en ley y sirve como una especie de argumento de venta para los votantes.
En un adelanto de los comentarios de Biden, asesores como Lael Brainard, directora del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, dijeron que el presidente contrastaría sus propuestas con los planes republicanos de extender las exenciones fiscales que están a punto de expirar y reducir aún más las tasas impositivas corporativas.
Según la propuesta de Biden, las corporaciones ya no podrían deducir el gasto de los salarios de los empleados por encima de 1 millón de dólares, lo que podría recaudar 270 mil millones de dólares en 10 años. También quiere aumentar la tasa del impuesto corporativo del 21% al 28%, entre otras medidas. Y, como Biden propuso anteriormente, a las grandes empresas se les cobraría una tasa impositiva mínima para que no pudieran eludir al IRS mediante maniobras contables, deducciones y exenciones fiscales especializadas.
Según sus planes, los multimillonarios tendrían que pagar un mínimo del 25% en impuestos federales sobre sus ingresos. Las personas que ganen más de $400,000 también pagarían impuestos más altos al Medicare para garantizar la viabilidad financiera del programa.
Biden usaría algunos de esos ingresos para pagar ampliaciones del Crédito Tributario por Ingreso del Trabajo y del Crédito Tributario por Hijos, lo que ayudaría a las familias de bajos ingresos. También busca reducir permanentemente las primas de seguro médico para quienes reciben su cobertura médica a través de la Ley de Atención Médica Asequible de 2010.
Sus asesores dijeron que el próximo plan presupuestario de Biden recortaría la deuda nacional en 3 billones de dólares en 10 años, similar a lo que presentó en la propuesta presupuestaria del año pasado, que no fue aprobada por el Congreso.