China y Estados Unidos volvieron a conversar por vía telefónica para tratar de cerrar un acuerdo parcial que zanje, al menos temporalmente, la guerra comercial que mantienen las dos mayores economías del planeta, informó hoy la agencia estatal de noticias Xinhua.
El viceprimer ministro chino, Liu He, que encabeza la mesa de negociación de China, sostuvo este sábado la conversación telefónica con el representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, y el Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
"En las conversaciones telefónicas, las dos partes abordaron de forma constructiva las preocupaciones centrales de cada uno sobre la 'primera fase' del acuerdo comercial, y acordaron seguir en estrecho contacto", apunta brevemente Xinhua.
Estados Unidos y China avanzan hacia un acuerdo parcial que incluya la retirada gradual de los aranceles que ambas partes se han ido imponiendo durante la guerra comercial, que comenzó en marzo de 2018 y ha tenido fuertes repercusiones globales.
El Gobierno chino anunció el pasado 7 de noviembre que se había llegado a una serie de "consensos" tras conversaciones "extensas, constructivas y serias" entre ambas partes.
"Las dos partes han acordado eliminar los aranceles a medida que se vayan haciendo progresos. Si China y Estados Unidos llegan a un acuerdo en la 'primera fase', las dos partes deberían eliminar los aranceles simultáneamente y en la misma proporción", dijo entonces Gao Feng, portavoz del Ministerio de Comercio, en rueda de prensa.
El presidente estadounidense, Donald Trump, describió el pacto como la "primera fase" en un proceso que puede desarrollarse en hasta tres etapas, y aseguró que dejaba de lado sus planes de subir los aranceles a las importaciones del gigante asiático a finales de año.
No obstante, la semana pasada Trump avisó de que si el pacto no cristaliza no dudará en elevar los aranceles.
Por su parte, China se ha comprometido a aumentar sus compras de productos agrícolas estadounidenses hasta llegar a entre 40.000 y 50.000 millones de dólares, una cifra que, según Trump, es entre "2,5 y 3 veces superior" a lo que Pekín "había comprado hasta ahora en su punto más álgido", cuando rozó los 17.000 millones de dólares.
En cualquier caso, ninguno de los dos Gobiernos ha publicado hasta el momento detalles del acuerdo.
Trump solo indicó que incluye algunas medidas relativas a la devaluación de la divisa china y temas de propiedad intelectual, aunque no trata la transferencia forzada de tecnología en China, un tema que se discutirá "en la segunda fase".