Cientos de personas se movilizaron este jueves en Argentina en apoyo a la huelga general convocada por los trabajadores del Estado para rechazar los "despidos masivos" en el sector público, los cierres de fábricas, las medidas de ajuste y la reforma laboral que impulsa el gobierno de Mauricio Macri.
Desde primera hora de la mañana, en Buenos Aires se replicaron los cortes de calles y vías de acceso a la ciudad, las ollas populares y las caravanas conformadas por decenas de personas convocadas por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) Autonóma.
Las protestas, que se replicaron por todo el país, contaron también con el apoyo de sindicatos y organizaciones políticas y sociales de izquierda, como el Partido Obrero, Barrios de Pie o la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), que, al mismo tiempo, piden que se declare la emergencia alimentaria en el país.
Hacia el mediodía (12:00 hora de Chile), los manifestantes comenzaron a congregarse en el cruce de la Avenida de Mayo y la 9 de julio -las dos más emblemáticas de la ciudad- para marchar hacia Plaza de Mayo, frente a la sede del Gobierno, donde se desarrolla el acto central.
"El Gobierno no puede continuar con esta política económica que nos va a llevar a un abismo social (...) Se está ensañando con los trabajadores", afirmó en una entrevista con EFE Hugo Godoy, secretario general de ATE nacional, organización que definió como "masiva" la adhesión al paro.
Asimismo, Godoy denunció que el Ejecutivo de Macri "aplica desenmascaradamente" una visión "neoliberal" que implica "transferir riqueza desde el bolsillo de los trabajadores" y los más desfavorecidos para "aumentar las ganancias de las grandes empresas trasnacionales".
"Esto es lo que está produciendo esta devastación que se reproduce con miles de despidos, con desocupación, con una pobreza que supera el 30 por ciento en nuestro país y que se ha agudizado" desde la llegada al poder del frente conservador Cambiemos, agregó.
Godoy también rechazó la reforma de las pensiones, aprobada a finales de año pese al fuerte rechazo social, y la laboral, que el gobierno impulsa y planea sancionar próximamente.
"Lo que quiere es hacer retroceder la legislación laboral en la Argentina 100 años. El gobierno de Macri es un gobierno de ricos para ricos y se ensaña y agrede las vidas de las trabajadoras y el pueblo", afirma.