Durante el día de Año Nuevo nacerán 386.000 bebés en todo el mundo, y más del 90 % de ellos lo hará en las regiones menos desarrolladas, según estima Unicef, que alerta de que muchos de estos niños no superarán su primer día de vida.
En un comunicado, Unicef subraya que unos 2.600 niños murieron cada día en 2016 durante sus primeras 24 horas de vida y para casi 2 millones de recién nacidos, su primera semana de vida fue también la última. Además, 2,6 millones de niños murieron antes de cumplir su primer mes y más del 80 % de estas muertes se debieron a causas prevenibles y tratables, como el nacimiento prematuro, las complicaciones durante el parto o infecciones como la sepsis y la neumonía.
En las últimas dos décadas se ha producido un progreso "sin precedentes" en la supervivencia infantil, de manera que se ha reducido a la mitad el número de muertes anuales de niños menores de cinco años, que en 2016 se situó en 5,6 millones.
En el caso de los recién nacidos los avances han sido más lentos, ya que los bebés que mueren durante su primer mes constituyen el 46 % de todas las muertes de niños menores de cinco años.
El próximo mes de febrero Unicef presentará una campaña mundial para exigir y ofrecer soluciones de atención médica asequibles y de calidad para todas las madres y sus recién nacidos. Entre estas medidas destacan el abastecimiento constante de agua potable y electricidad en las instalaciones sanitarias, la presencia de un asistente de salud capacitado durante el parto, la desinfección del cordón umbilical, la lactancia durante la primera hora después del nacimiento y el contacto piel con piel entre la madre y el niño.