Un vehículo cargado con explosivos estalló el jueves en el interior de la Escuela de Policía General Santander, Bogotá, Colombia, en un hecho que dejó al menos ocho personas muertas y 38 heridos, informó el ministerio de Defensa.
El ministerio de Defensa confirmó que se trató de una "acción terrorista", una de las más graves que ha sacudido a la capital colombiana desde que disminuyó la intensidad del conflicto armado por cuenta del pacto de paz con la ex guerrilla FARC a finales del 2016.
El presidente de Colombia, Iván Duque, canceló un consejo de seguridad en la ciudad de Quibdó, la capital del selvático departamento del Chocó, y regresó a Bogotá en compañía del ministro de Defensa, Guillermo Botero, y de la cúpula militar.
"Estoy regresando de inmediato a Bogotá con la Cúpula Militar ante el miserable acto terrorista cometido en la Escuela General Santander contra nuestros policías", dijo Dique en su cuenta de Twitter.
"He dado órdenes a la Fuerza Pública para determinar los autores de este ataque y llevarlos a la justicia. Todos los colombianos rechazamos el terrorismo y estamos unidos para enfrentarlo. Colombia se entristece pero no se doblega ante la violencia", agregó el mandatario sin responsabilizar a ningún grupo armado por el ataque.
El carro que explotó estaba dentro de las instalaciones de la escuela, ubicada al sur de Bogotá y donde se forman los oficiales de la Policía Nacional.
Imágenes publicadas en redes sociales mostraron los restos de un vehículo en llamas en el estacionamiento del centro de formación de oficiales de la Policía Nacional y socorristas corriendo por el lugar.
La explosión se produjo después de una ceremonia de ascenso de oficiales.
Las primeras imágenes de la televisión local mostraron el movimiento de ambulancias alrededor del sitio del presunto ataque, y lo que parecen ser los restos de un vehículo en llamas.
Una funcionaria de salud de las Fuerzas Militares señaló a la prensa que al parecer el vehículo irrumpió "abruptamente" en la sede policial.
"Entró abruptamente, casi atropellando a los policías y enseguida fue la explosión", comentó Fanny Contreras.
Según su versión, "hubo otra pequeña explosión", aunque de momento las autoridades de la capital manejan la hipótesis de un solo estallido.
Con unos ocho millones de habitantes, Bogotá había sido sacudido por esporádicas acciones de terror en 2017.
En febrero de ese año, el ELN se adjudicó un atentado contra una patrulla policial que dejó un uniformado muerto y varios heridos de gravedad en el barrio la Macarena de Bogotá.
Ese mismo año, un atentado en un centro comercial de Bogotá dejó tres muertos y varios heridos. Las autoridades culparon del hecho al Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP), un grupusculo de izquierda.
Los ataques con vehículos cargados con explosivos han sido frecuentes en Colombia en medio de la guerra del Estado contra el Cártel de Medellín que dirigió el difunto narcotraficante Pablo Escobar, así como por las acciones de los grupos guerrilleros izquierdistas.
Sin embargo, estos hechos se redujeron considerablemente tras el acuerdo de paz que firmaron en el 2016 el gobierno y la desmovilizada guerrilla de las FARC para pone fin a un conflicto de más de medio siglo que ha dejado 260.000 muertos y millones de desplazados.