El presidente argentino, Javier Milei, en su primer viaje fuera de Argentina tras la toma de posesión, ha intervenido en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), el lugar donde se reúne el poder político y económico del mundo.
Y Milei jugaba en casa, hasta el punto de que el fundador y presidente ejecutivo del foro, Klaus Schwab, ha afirmado en la presentación que Milei “ha devuelto el Estado de Derecho a Argentina”, como si Argentina hubiera estado fuera durante el mandato de Alberto Fernández, como si la motosierra de derechos sociales, feministas, la inflación desmedida y las privatizaciones totales supusieran un reforzamiento del Estado de Derecho.
Y como Milei jugaba en casa, cerró así su intervención ante la élite empresarial mundial: “Quiero darles un mensaje a todos los empresarios aquí presentes y a los que no están. No se dejen amedrentar ni por la casta política ni por los parásitos que viven del Estado. No se entreguen a una clase política que lo único que quiere es perpetuarse en el poder y mantener sus privilegios. Ustedes son benefactores sociales. Ustedes son héroes. Que nadie les diga que su ambición es inmoral. Si ustedes ganan dinero es porque ofrecen un mejor producto, un mejor precio, contribuyendo de esa manera al bienestar general. No cedan al avance del Estado. El Estado no es la solución, el Estado es el problema mismo. Ustedes son los verdaderos protagonistas de esta historia y sepan que a partir de hoy cuentan con Argentina como un aliado incondicional. Muchísimas gracias y viva la libertad, ¡carajo!”
El presidente argentino, además, ha llegado a Davos con un mensaje contundente: “Occidente está en peligro por el socialismo”.
Para Milei, el peligro es el socialismo, el “feminismo radical” y “la lucha del hombre contra la naturaleza”.
“Occidente se ha volcado al socialismo”, ha afirmado Milei: “Hoy estoy acá para decirles que Occidente está en peligro. Está en peligro, porque aquellos que supuestamente deben defender los valores de Occidente se encuentran cooptados por una visión del mundo que inexorablemente conduce al socialismo y, en consecuencia, a la pobreza”.
“Sé que a muchos les puede sonar ridículo plantear que Occidente se ha volcado al socialismo, pero solo es ridículo en la medida que uno se restringe a la definición económica tradicional del socialismo, que establece que es un sistema económico donde el Estado es el dueño de los medios de producción. Esta definición debería ser, desde mi punto de vista, actualizada a las circunstancias presentes. Hoy los Estados no necesitan controlar directamente los medios de producción para controlar cada aspecto de la vida de los individuos”.
Y, entonces, añade: “Así es como llegamos al punto en el que con distintos nombres o formas, buena parte de las ofertas políticas aceptadas en la mayoría de los países de Occidente son variantes colectivistas, ya sea que se declaren abiertamente comunistas, fascistas, nazis, socialistas, socialdemócratas, nacionalsocialistas, demócrata cristianos, keynesianos, neokeynesianos, progresistas, populistas, nacionalistas o globalistas. En el fondo, no hay diferencias sustantivas. Todos sostienen que el Estado debe dirigir todos los aspectos de la vida de los individuos. Todas definen un modelo contrario al que llevó a la humanidad al progreso más espectacular de su historia. Nosotros venimos hoy aquí a invitar a los demás países de Occidente a que retomemos el camino de la prosperidad: la libertad económica, el gobierno limitado y el respeto irrestricto de la propiedad privada son elementos esenciales para el crecimiento económico”.
El presidente argentino, además, ha afirmado que “los socialistas se vieron forzados a cambiar su agenda”, y que “la primera de estas nuevas batallas fue la pelea ridícula y antinatural entre el hombre y la mujer".