Durante la tarde de este jueves, el Gobierno de Ecuador le concedió la nacionalidad al fundador de WikiLeaks, el australiano Julian Assange, quien está asilado en su embajada en Londres desde 2012, anunció la canciller, María Fernanda Espinosa.
“Esta naturalización fue concedida el 12 de diciembre del año 2017”, expresó la diplomática en una conferencia de prensa. Apoyado en ello, Quito pidió a Londres que reconociera a Assange como “agente diplomático” ecuatoriano.
“Esta petición fue negada el 21 de diciembre”, agregó, explicando que Ecuador no insistirá en ella para no perjudicar las “posibilidades de protección” de Assange.
El fundador de WikiLeaks, la web que difundió miles de secretos oficiales estadounidenses, entró en la embajada ecuatoriana en Londres en 2012 para escapar de la extradición a Suecia, cuya Justicia quería interrogarlo como sospechoso de varios delitos sexuales que él niega.
En mayo de 2017, el nuevo presidente de Ecuador, Lenín Moreno, y a una semana de tomar el cargo, aseguró que iba a mantener el asilo de Assange, pero aclaró que rechazaba su labor.
“El señor Assange es un hacker, es algo que nosotros rechazamos. En forma particular lo rechazo, pero vuelvo a recalcar: respeto la condición en la que está”, dijo Moreno en un encuentro con la prensa.
En mayo de 2017, pese a la decisión sueca de archivar la causa, la policía británica precisó que detendrían de todas maneras a Assange si éste salía del edificio ecuatoriano debido a que en 2012 violó su libertad condicional al refugiarse allí, lo que es castigado con un año de cárcel.
Assange causó la furia de Moreno a fines de 2017 cuando usó su cuenta oficial de Twitter para emitir comentarios proindependentistas catalanes y acusar al Gobierno central español de “represión”.
“Le hemos recordado al señor Assange que no tiene por qué intervenir en la política ecuatoriana, porque su estatus no se lo permite. Intervenir en la política ecuatoriana ni en la política de nuestros países amigos. No tiene derecho a hacerlo y se ha comprometido a eso”, sostuvo el mandatario.
“Las autoridades ecuatorianas han reiterado al señor Assange su obligación de no realizar declaraciones o actividades que pudieran afectar las relaciones internacionales del Ecuador, las mismas que deben ser preservadas, como sucede con España”, expresó el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado emitido previo al incidente con Cataluña, a fines de noviembre.