Un juez de primera instancia aprobó la solicitud del fiscal especial Jack Smith para que se prohíba al expresidente Donald Trump y a su coacusado Walt Nauta divulgar la información entregada a la defensa en el caso penal que ahora enfrentan ambos por parte del fiscal especial.
Entre las restricciones aprobadas por el juez magistrado Bruce Reinhart, quien previamente aprobó la orden de allanamiento que el FBI ejecutó en Mar-a-Lago, está que “los materiales del hallazgo, junto con cualquier información derivada de ellos, no se divulgarán al público”, ni a los medios de comunicación, así como tampoco serán difundidos en ninguna plataforma de noticias o redes sociales, sin previo aviso ni consentimiento de Estados Unidos o aprobación de la Corte”.
La orden solicitada por los fiscales y aprobada por Reinhart era esperada y utilizó un lenguaje estándar. Sin embargo, se trata de un caso penal federal, el primero de su tipo, contra un expresidente que tiene tendencia a expresar opiniones en las redes sociales y que está siendo procesado, en parte, por su presunto mal manejo de información confidencial del Gobierno.
La orden sigue el lenguaje que propuso Smith y rige el hallazgo no clasificado que recibirá la defensa. Los acusados no se opusieron a la solicitud de Smith.
Los materiales clasificados que los investigadores federales han recopilado, que son el núcleo del caso de Smith, estarán sujetos a los propios procedimientos para el caso. Los dos abogados de Trump en el caso confirmaron el viernes a la jueza federal de distrito, Aileen Cannon, quien presidirá el caso, que han estado en contacto con el Departamento de Justicia para acelerar las autorizaciones de seguridad.
Trump enfrenta 37 cargos en la acusación presentada por Smith a principios de este mes, que alega que el expresidente retuvo ilegalmente información de defensa nacional, que ocultó documentos y que obstruyó la investigación del Departamento de Justicia sobre el manejo de esos materiales. Trump se declaró inocente de todos los cargos, la semana pasada.