Una corte de El Salvador condenó a 1.310 años de prisión a un pandillero de la Mara Salvatrucha (MS-13) por varios delitos, según informó en sus redes sociales el fiscal general, Rodolfo Delgado.
Se trata de Wilmer Segovia, de la célula Shulton, quien "ha sido declarado culpable de haber cometido 33 homicidios, 9 proposiciones para cometer asesinatos y varias extorsiones", de acuerdo con Delgado.
"Los pandilleros que tanto dolor y llanto le han causado al pueblo salvadoreño no van a salir. Permanecerán encerrados hasta que paguen por cada uno de sus crímenes. Nos encargaremos de eso", subrayó en Twitter. Añadió que Miguel Ángel Portillo, de la referida célula de la MS-13, fue condenado a 945 años de prisión por "22 homicidios, 4 proposiciones para cometer asesinato, un intento de homicidio y extorsiones".
El fiscal salvadoreño no dio detalles de la fecha de captura de los detenidos o si fueron capturados en el marco del régimen de excepción, que suspende garantías constitucionales, vigente desde marzo de 2022. Tampoco explicó si fueron condenados bajo las reformas penales aprobadas en la Asamblea Legislativa bajo dicho régimen.
A finales de marzo de 2022, el Congreso de El Salvador aprobó un fuerte endurecimiento de penas contra los miembros de pandillas en respuesta a la ola de homicidios que el país vivió en esa época.
Y el Presidente Nayib Bukele ha encabezado esa campaña contra las maras y las pandillas. Ha logrado bajar ostensiblemente los crimenes y los delitos en ese pequeño país centro americano.
Las pandillas, un fenómeno considerado como herencia de la guerra civil (1980-1992) y que se fortaleció con la deportación de pandilleros de Estados Unidos, han resistido a los planes de seguridad implementados en las últimas cuatro Administraciones y ha generado picos de violencia a través de los años.