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En medio del luto, Estados Unidos investiga el móvil del atacante de Las Vegas

Estados Unidos lamenta a las decenas de víctimas de la peor masacre en su historia reciente, mientras las autoridades investigaban qué motivó a un contador jubilado de 64 años a disparar contra miles de personas en Las Vegas.

Estados Unidos lloraba el martes a las decenas de víctimas de la peor masacre en su historia reciente, mientras las autoridades investigaban qué motivó a un contador jubilado de 64 años a disparar contra miles de personas en Las Vegas.
 
El presidente Donald Trump calificó a Stephen Paddock, autor de la matanza que deja 59 muertos y casi 530 heridos, de “enfermo” y “loco”, mientras que el comisario de la ciudad, Joseph Lombardo, lo catalogó de “lobo solitario” y “psicópata”.
 
Más allá de diagnósticos, los investigadores quieren entender cómo este estadounidense blanco sin antecedentes criminales terminó con un vasto arsenal con el que abrió fuego el domingo desde una habitación de hotel en el piso 32 contra un concierto de música country al aire libre.
 
La novia del atacante de Las Vegas llegó a Estados Unidos proveniente de Manila.
 
Marilou Danley, una australiana de 62 años, salió en un vuelo de Philippine Airlines hacia Los Ángeles, dijo la portavoz de la Oficina de Migraciones de Filipinas, Maria Antoinette Mangrobang a la prensa.
 
“Danley llegó a Filipinas el mes pasado y después hubo una transferencia hacia su cuenta bancaria de 100.000 dólares hecha por Stephen”, dijo el portavoz de la NBI, Nick Suarez, a la Agence France-Presse.
 
“El FBI ha coordinado con la oficina filipina de la Interpol para que la busque”, agregó
 
Mientras tanto, varias vigilias se realizaron en solidaridad con las víctimas en Las Vegas, mientras la sombría lista con los nombres de las víctimas era divulgada en la prensa: una maestra de preescolar que se casó con su amor de infancia, una enfermera, una porrista, un policía…
 
“Hemos identificado a todas (las víctimas) menos a tres”, dijo Lombardo a periodistas.
 
Sin silenciador
 
La masacre abrió además el debate sobre la necesidad de endurecer el control de la posesión de armas de fuego, algo a lo que Trump y muchos líderes republicanos se han opuesto fervientemente.
 
“La policía ha hecho un extraordinario trabajo y estaremos hablando de leyes de armas a medida que pase el tiempo”, dijo Trump a periodistas antes de partir a Puerto Rico para reunirse con los damnificados del huracán María.
 
Se espera que el mandatario visite Las Vegas el miércoles.
 
El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, informó que un proyecto de ley que facilitaría la compra de silenciadores para armas de fuego fue retirado de la agenda de debates.
 
Trump señaló antes en un tuit que muchos sobrevivieron por el ruido de los disparos: “Imagínense las muertes si el tirador hubiese utilizado un silenciador”.
 
Las autoridades seguían tomando con cautela la reivindicación que hizo el lunes el grupo yihadista Estado Islámico (EI) sobre el ataque de Paddock, al que definió como “un soldado del califato”.
 
El FBI descartó cualquier conexión con el grupo, mientras expertos coincidieron en que se trata de una estrategia de la organización para reclutar gente en momentos de mucha presión militar en Irak y Siria.
 
“No tengo idea”, dijo Trump sobre un eventual lazo entre el tirador y la organización yihadista.
 
“Lunático” de vecino
 
La policía dijo que Paddock rompió la ventana de su habitación en el hotel casino Mandalay Bay, probablemente con un martillo, poco después de las 22H00 del domingo (05H00 GMT del lunes) para disparar luego durante nueve minutos con armas automáticas contra las miles de personas que escuchaban al cantante de country Jason Aldean.
 
Todo era “una carnicería, charcos de sangre”, dijo Bruce Ure, que salvó a tres personas heridas aquella noche.
 
Lombardo indicó que Paddock disparó contra la puerta de su habitación, hiriendo a un guardia de seguridad en la pierna.
En la habitación encontraron 23 armas de fuego, incluidas varias automáticas. Fotografías filtradas a la prensa del cuarto muestran parte del cuerpo del victimario en el suelo, junto a varias ametralladoras y muchos casquillos de bala.
 
El FBI analiza cámaras de video halladas así como 67 videos de seguridad.
 
En su casa en la ciudad de Mesquite, a unos 130 kilómetros de Las Vegas, la policía incautó otras 19 armas de fuego, varios kilos de explosivos y miles de municiones. En su vehículo se halló nitrato de amonio, un fertilizante que combinado con derivados del petróleo se usa como un fuerte explosivo.
 
“Obviamente premeditado”
 
Lombardo dijo que están “rastreando y siguiendo cada pista” del historial de Paddock para tratar de entender lo ocurrido.
 
“Fue obviamente premeditado. El hecho de que tuviera todo eso en su habitación muestra planificación. Y estoy seguro de que evaluó cada paso de sus acciones”, indicó Lombardo.
 
Sus acciones mortíferas contrastan con el relato de su hermano Eric, quien el lunes dijo que Stephen “era un tipo normal”, que le gustaba apostar, y además “no estaba ávido por (utilizar) una pistola”.
 
El padre de ambos estuvo en la lista de los más buscados por robo a bancos en los años 1960. Pero Stephen no tenía antecedentes penales ni historial de enfermedades mentales, dijo.