“Locura mediática”, del reconocido periodista Howard Kurtz, sale a la venta el próximo lunes. Se espera que la obra sea tan explosiva como “Fuego y Furia”, de Michael Wolff.
Otro más. Libro analiza la “batalla” entre Trump y la prensa de Estados Unidos
“Como hombre de negocios, la prensa siempre me trató muy bien (…) y no fue hasta que me convertí en político que me di cuenta cuán repugnante, cruel y despiadada puede ser la prensa mentirosa”, dijo ayer Donald Trump en su intervención en el Foro Económico Mundial de Davos. Después de pronunciar estas palabras, el público abucheó a Trump por hacer tal ataque a los medios de comunicación. Sin embargo, no es la primera vez que lo hace.
Desde que llegó a la Presidencia, parece que Trump inició una batalla contra los medios ya que, tal como ha afirmado en repetidas ocasiones, no informan, si no que mienten y publican noticias falsas. Y para este fenómeno, el periodista de Fox News, Howard Kurtz, tiene un nombre: el Trauma Trump. Un concepto que desarrolla en su nuevo libro, Locura Mediática: Donald Trump, la prensa y la lucha por la verdad, que sale a la venta el lunes y por el momento, se espera que sea igual de explosivo que “Fuego y Furia” de Michael Wolff.
Según Kurtz, todo empezó el 8 de enero de 2017, cuando Meryl Streep pronunció aquel discurso en los Globos de Oro en el que criticó a Trump por haberse burlado del reportero del New York Times durante su campaña. A la mañana siguiente, Hope Dicks, la directora de comunicación de la Casa Blanca, le mostró al Presidente unas imágenes de Kellyanne Conway en la CNN y Fox News. En dichas imágenes, la portavoz de la Casa Blanca dijo que si Streep estaba tan preocupada por los derechos de los discapacitados, debería haber hablado del niño discapacitado que fue golpeado brutalmente por jóvenes “anti-trump” en un video que se difundió por Facebook.
Como señala el libro, a Trump le gustó esa respuesta y comenzó a criticar la calidad de la cobertura de los medios. Y esa escena, según el autor, “fue un adelanto de lo que se convertiría en un constante estado de guerra entre el nuevo presidente, sus colaboradores más cercanos y el mundo de los medios. No solo periodistas y comentaristas, si no también actores, cantantes, artistas y figuras de la cultura pop que a menudo lo ven como un franco de desprecio”.
“¡Oh Dios mío!”
Kurtz, que también es analista y crítico de medios. Asegura que “no se trata solo de una pelea, sino de una batalla en la que solo un lado puede lograr la victoria y sorprendentemente, la prensa está cayendo en la trampa de Trump”.
No obstante, el libro también detalla cómo esta dinámica de desacreditación recíproca entre los medios de comunicación y el Presidente de Estados Unidos se trasladó, también, al interior de la Casa Blanca. Kurtz describe situaciones en las que el Presidente tomó decisiones por sí solo, contradijo a sus asesores públicamente, sobre todo a través de Twitter, y obvió sus consejos.
Pero a diferencia de Michael Wolff, cuyas negativas descripciones llevaron al Presidente a afirmar que su libro era falso, Kurtz habla bien de sus asesores; desde Ivanka Trump y su marido, hasta Kellyanne Conway. Asimismo, los extractos del libro publicados por Hollywood Reporter, revelan un ambiente de imprevisibilidad que opera en la Casa Blanca de Trump. Como por ejemplo, cuando Trump tuiteó su decisión de prohibir el ingreso de personas transgénero en el Ejército antes de reunirse con sus asesores. “¡Oh Dios mío!”, dijo el ex jefe de gabinete de Trump, Reince Priebus, cuando vio el tuit. La reunión fue cancelada.
O bien, cuando el Presidente acusó falsamente a Barack Obama de haberle pinchado el teléfono y espiado durante la campaña electoral. Priebus y otros asesores se despertaron por las alarmas de las redes sociales. En el texto, el periodista señala que “nadie sabía qué tenían que hacer. Los asesores estaban confundidos y sorprendidos”.
Así, este libro consigue retratar el caótico ambiente del Despacho Oval y la situación “sin precedentes” que se vive a día de hoy en la Casa Blanca y que tiene al mundo en vilo.