El poderoso huracán María dejó este miércoles daños "severos" en las infraestructuras y viviendas de Puerto Rico durante las seis horas en las que su ojo azotó la isla caribeña después de devastar a inicios de esta semana las islas de Dominica y Guadalupe, donde ha dejado al menos nueve muertos.
Tal es el destrozo que provocaron los vientos de 250 kilómetros por hora que trajo María, de categoría 4, que el gobernador boricua, Ricardo Rosselló, pidió al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que declare la isla zona de desastre.
En una entrevista telefónica con GFR Media, propietaria del diario El Nuevo Día y otros medios, Rosselló trazó un panorama de lo que María ha causado hasta ahora, desdedesbordamiento de ríos e inundaciones hasta una marejada ciclónica que ha llegado a 1,7 metros y olas superiores a seis metros.