Tras seis años de asilo en su Embajada en Londres, Ecuador ofreció al fundador de Wikileaks, Julian Assange, que cumpliera un protocolo que le ha notificado con normas de convivencia o entregarse a la Justicia británica con ciertas garantías.
Así lo reveló el procurador general del Estado, Íñigo Salvador Crespo, en una conferencia de prensa en la sede de la institución, en la que negó recientes afirmaciones por parte de Assange sobre que se habrían vulnerado sus derechos, ya que al australiano le parecen improcedentes una serie de disposiciones con las que sus anfitriones quieren regularizar su estancia.
El defensor del Estado ecuatoriano precisó que los infructuosos intentos por buscar una solución para destrabar la situación, se le expusieron los dos planteamientos; Assange no ha aceptado ninguno.
Crespo manifestó en la comparecencia que se le llegó a plantear entregarse a la Justicia británica "con las garantías que el Estado ecuatoriano había logrado obtener" de ella.
Esas condiciones incluían "una sanción por no haber acudido a los controles de su libertad condicional", que "no rebasaría seis meses", y que "no sería deportado o extraditado a ningún otro país", aclaró.