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Lo sospechamos desde un principio: Funcionarios de la Casa Blanca se reunieron en secreto con militares venezolanos para evaluar un golpe de Estado contra Maduro

Funcionarios del gobierno de Donald Trump se reunieron secretamente con militares venezolanos para discutir el  derrocamiento del presidente Nicolás Maduro, pero finalmente decidieron no  actuar, reportó este sábado el New York Times.

Trump ha sido duramente crítico con el régimen de izquierda de Maduro, mientras Venezuela se precipita hacia una grave crisis económica y humanitaria que ha desatado violentas protestas y provocado una ola migratoria a países vecinos.

The New York Times, citando a 11 funcionarios estadounidenses anónimos actuales y pasados, y a un ex comandante militar venezolano que participó en las conversaciones secretas. Este último señaló que había tres grupos distintos dentro del Ejército venezolano que planeaba derrocar el gobierno de Maduro.

De acuerdo a lo que reporta el medio estadounidense, las reuniones se produjeron entre el otoño de 2017 y principios de este año donde le solicitaban a Estados Unidos apoyo logístico, como radios encriptadas para poder comunicarse entre ellos, sin embargo EE.UU. no aceptó proporcionar esa ayuda.

Citó que la Casa Blanca se negó a proporcionar respuestas detalladas cuando se le preguntó sobre las conversaciones, pero enfatizó en la necesidad de “dialogar con todos los venezolanos que demuestren un deseo de democracia” para “llevar un cambio positivo a un país que ha sufrido mucho bajo Maduro”.

Después de que drones cargados de explosivos estallaron cerca de Maduro en un acto el 4 de agosto en Caracas, el mandatario culpó de ello a Estados Unidos, Colombia y a sus enemigos domésticos.

El Departamento de Estado condenó la “violencia política”, pero también denunció detenciones arbitrarias y confesiones forzadas de sospechosos por parte del gobierno de Venezuela.

El consejero de seguridad nacional de Estados Unidos, John Bolton, insistió en que “no hubo participación del gobierno de los Estados Unidos” en el incidente del 4 de agosto.

En agosto de 2017, los medios informaron que Trump preguntó a sus principales asesores sobre el potencial de una eventual invasión estadounidense  a Venezuela. En la misma época, dijo públicamente que no descartaría una  “opción militar” para terminar con el caos en el país sudamericano.

El colapso de la economía de Venezuela bajo el gobierno de Maduro ha  llevado a una grave escasez de alimentos y medicinas.

Maduro ha hecho responsable a Estados Unidos por muchos de sus problemas.  La teoría de que la administración de Trump incluso haya considerado respaldar  un intento de golpe de Estado seguramente alimentará esos cargos, sobre todo,  dada la larga historia de intervenciones secretas de Estados Unidos en América  Latina.

Mari Carmen Aponte, una de las principales diplomáticas de Estados Unidos  para asuntos latinoamericanos en la administración del presidente Barack Obama,  dijo al New York Times que “esto va a aterrizar como una bomba” en la región.