El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llegó al domicilio de Cristina Fernández, donde la expresidenta argentina cumple prisión domiciliaria desde el pasado 17 de junio, para una visita autorizada por la Justicia argentina.
Lula da Silva llegó al apartamento de Fernández desde la Cancillería argentina, donde este jueves asumió la presidencia pro tempore del Mercosur, durante la cumbre semestral de mandatarios del bloque suramericano.
Los abogados de Fernández, condenada a seis años por irregularidades en la concesión de obras públicas cuando era presidenta (2007-2015), solicitaron un permiso especial a la Justicia para que permitiera la visita de Lula da Silva, quien siempre se ha solidarizado con ella.
La prisión domiciliaria se le concedió a la exmandataria el pasado 17 de junio, cuando comenzó a cumplir la condena en mención, pero se le impuso la obligatoriedad de portar una tobillera electrónica para controlar sus movimientos.
A la líder opositora argentina solo pueden visitarla una lista de personas autorizadas, entre ellas médicos, familiares y abogados. Cada persona que quiera citarse con la expresidenta deba pedir un permiso especial a la Justicia argentina.
La visita de Lula da Silva a Argentina, con motivo de la cumbre del Mercosur, es la primera que realiza el presidente brasileño a este país desde que Javier Milei asumió la Jefatura del Estado, en diciembre de 2023.
Tras el encuentro, Cristina Kirchner aprovechó la oportunidad para hacer un pronunciamiento contra los jueces que definieron su condena y el gobierno de Milei. A través de un mensaje en sus redes, sostuvo: “Hoy recibimos al compañero Lula en mi casa, donde estoy bajo detención domiciliaria por decisión de un Poder Judicial que hace tiempo dejó de disimular su subordinación política y se convirtió en un partido político al servicio del poder económico”, escribió.
“Deriva autoritaria”
En su mensaje, Cristina Kirchner comparó: “Lula también fue perseguido, también le hicieron lawfare hasta meterlo preso, también intentaron callarlo. No pudieron. Volvió con el voto del pueblo brasileño y la frente en alto. Por eso hoy su visita fue mucho más que un gesto personal: fue un acto político de solidaridad”, escribió con letras mayúsculas y agregó: “Los ojos del mundo están viendo con atención como la Argentina vive una auténtica deriva autoritaria de la mano del gobierno de Milei, en lo que podemos identificar como terrorismo de Estado de baja intensidad”.