El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva salió este miércoles por primera vez en siete meses de la sede de la Policía Federal de Curitiba (sur), donde cumple una pena de 12 años y un mes de cárcel, para ser interrogado en una audiencia judicial por otra de las causas de corrupción que pesan en su contra.
La audiencia, cerrada a la prensa y sin transmisión en directo, se inició a las 14H00 locales a cargo de la jueza Gabriela Hardt, que comanda provisoriamente la operación anticorrupción “Lava Jato” (Lavadero de autos) en sustitución de Sergio Moro, futuro ministro de Justicia del presidente electo Jair Bolsonaro.
Antes del expresidente, fue interrogado por cerca de una hora el ganadero José Carlos Bumlai, acusado de lavado de dinero en el marco del mismo proceso, que involucra a trece personas.
Lula, de 73 años, llegó a la sede de la Justicia Federal en un patrullero. Un fuerte operativo de seguridad acompañó la caravana que salió de la sede de la Policía Federal, frente a la cual decenas de militantes cantaban y enarbolaban banderas de apoyo al exmandatario.