Oh I'm just counting

Menos twitter, más hechos: Bolsonaro contrata asesor para dejar atrás imagen de “racista y dictador”

Reestructuró totalmente la Secretaría de Comunicaciones y nombró a un publicista como jefe de la unidad. Además el mandatario está consciente de que tiene una imagen de “dictador, racista y homofóbico en el mundo y estudia ofensiva diplomática.

Tres meses fatales. Así describe la prensa brasileña le gestión de Jair Bolsonaro en Brasil. En vez de dedicarse a gobernar t tratar de cumplir su programa de gobierno, se ha dedicado a hacer proselitismo electoral, a pelear con el diario Folha de Sao Paulo y con todo aquel que le lleve la contra, agregan. Las encuestas lo confirman. Según la última encuesta de Datafolha, apenas un 32% de los brasileños considera que la gestión de Bolsonaro es muy buena o buena, 33% cree que es regular y 30% la ve como mala o muy mala.
 
La gota que rebasó el vaso fue lo que sucedió muy lejos de Palacio Planalto en Brasilia. Más exactamente en Nueva York hace un par de semanas atrás. El Museo de Historia Natural de la Gran Manzana prefirió cancelar la cena de gala de los premios a la Persona del Año 2019, de la Cámara de Comercio Brasileño-Americana, donde Bolsonaro sería homenajeado.
 
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, dijo que el Presidente es un “ser humano peligroso”, notoriamente racista y homofóbico”. Ello habría llevado a cancelar el evento. Ahora tendrán que hacerlo en otro lugar.
 
Tras el hecho, y las crítica que ha generado su actuar y la poca maniobrabilidad política que han mostrado él y el gobierno en la tramitación en el Congreso de la reforma previsional (el principal desafío de su gestión), en Planalto al parecer, escucharon el mensaje: se terminó la “luna de miel” y hay que hacer cambios radicales antes que el deterioro de su imagen sea imposible de revertir.
 
“Venderse mejor”
 
Según los analistas políticos brasileños, su caída en las encuestas dejan ver el desencuentro entre la gente-que esperaba tener un Presidente con una agenda constructiva, que se dedicara a resolver los grandes problemas del país-y un gobierno sin un rumbo claro. Además, con un Mandatario que genera polémica innecesarias.
 
Para ello, el gobierno decidió hacer una restructuración total de la Secretaría de Comunicaciones (SeCom): nombró al publicista y abogado de 43 años, Fabio Vajngarten, como jefe de la unidad. Su misión: institucionalizar el perfil presidencial de Bolsonaro.
 
Se trata de un cambio que coincide también con las críticas que internamente el ministro de Economía, Paulo Guedes, había realizado al área comunicacional del gobierno respecto a la crucial reforma de pensiones.
 
Wajngarten, a diferencia a lo que estaba haciendo su predecesor en el cargo, Floriano Amorim –amigo de Carlos Bolsonaro, el hijo del Presidente-buscará mejorar la relación del Mandatario con la prensa y cambiar el paradigma de Amorim, que no hablaba con los periodistas y que aseguraba que las polémicas con los medios de comunicación ayudaban a mejorar y fortalecer al Mandatario.
 
Además, el también dueño de la consultora Controle da Conccorrencia tratará de establecer una estrategia comunicacional seria con el objetivo de que el gobierno pueda “vender” sus proyectos y los acerque a la gente. Por ejemplo ya está desarrollando una campaña publicitaria para el proyecto de reforma a las pensiones que se tramitan en el Congreso, explica el diario Folha de Sao Paulo.
 
Otra cosa que se propuso el publicista es terminar, gradualmente con la afición del Mandatario a twitter. Desde la plataforma han salido la mayoría de las polémicas que ha generado Bolsonaro, como por ejemplo el vídeo con tintes pornográficos que subió a esa red social para criticar el comportamiento de la gente durante el Carnaval de Río.
 
También Wajngarten buscará unificar el discurso del gobierno, dividido en tres facciones claramente identificables: los conservadores, los militares y los liberales. Ha sido común que ante un anuncio  determinado tengan que salir a aclarar después que, finalmente, no se llevará a cabo. Un ejemplo fue que el ala militar del gobierno calmó la idea de los conservadores de apoyar una intervención militar en Venezuela; otro el anunciado cambio de la embajada de Brasil en Israel a Jerusalén, que afectaría las millonarias exportaciones de carne a los países islámicos.
 
Hasta el momento, Wajngarten cuenta con el apoyo de los militares para realizar su trabajo. Sin embargo, no es el único cambio que Bolsonaro tratará de realizar. En un reciente desayuno con periodistas reconoció que su imagen internacional está por el suelo y que el mote de “dictador”, racista y homofóbico” le molestaba enormemente. Por lo tanto, anunció que pretende reemplazar al menos a 15 embajadores para cambiar esa percepción en el mundo.