A poco más de dos meses de la muerte del periodista saudita Jamal Khashoggi en Turquía, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, dijo que era necesario llevar a cabo una investigación internacional independiente para determinar al responsable del asesinato. “Creo que hay de verdad necesidad” de realizar una investigación de este tipo “para determinar lo que pasó realmente y quiénes son los responsables de ese terrible homicidio”, indicó la expresidenta de Chile en una conferencia de prensa en Ginebra.
Khashoggi, un periodista saudita crítico con los gobernantes del reino y colaborador del diario The Washington Post, fue asesinado el 2 de octubre en el consulado de Arabia Saudita en Estambul.
En octubre, Bachelet había sugerido que era necesaria la participación de expertos internacionales “con acceso total a los testigos y la evidencia”. Sin embargo, esta vez fue más clara en pedir una comisión internacional para el caso.
El llamado de Bachelet se conoció un día después de que la directora de la CIA, Gina Haspel -que viajó hasta Estambul para escuchar las cintas de la inteligencia turca sobre el asesinato- informara a puertas cerradas a senadores estadounidenses sobre el caso.
Los legisladores republicanos Bob Corker, presidente del Comité de RR.EE. del Senado, y Lindsey Graham, un aliado del Presidente Donald Trump en la Cámara Alta, señalaron que existen pruebas de la implicación de Bin Salman en el asesinato. “No tengo ninguna duda de que el príncipe heredero dirigió el crimen y se mantuvo al tanto de la situación”, dijo Corker. “Si Bin Salman estuviera frente a un jurado, sería condenado en menos de 30 minutos”, aseguró.
Graham, quien ha instado a Trump a tomar una postura mucho más dura contra Riad, destacó “la brutalidad” del asesinato. El príncipe heredero está “loco” y es “cómplice (…) al más alto nivel posible”, dijo. “No hay una pistola humeante, sino una motosierra humeante”, agregó, en alusión a comentarios del secretario de Defensa, Jim Mattis, quien desestimó el papel de Bin Salman. Este miércoles, el jefe del Pentágono pidió “pruebas sobre lo que pasó”.
Por otro lado, un fiscal turco pidió este miércoles la detención de dos exaltos cargos cercanos al príncipe heredero de Arabia Saudita. Se trata de Ahmed al Asiri y Saud al Qatani, sospechosos de “formar parte de los planificadores” del asesinato, según el requerimiento transmitido por la fiscalía al tribunal, al que accedió la agencia France Presse.
Los dos sospechosos fueron destituidos el 20 de octubre, después de que Riad reconociera la muerte de Khashoggi en el consulado en Estambul. El mes pasado el fiscal general saudita inculpó a 11 personas y pidió la pena de muerte para cinco de ellas.
Michelle Bachelet pide una investigación internacional por crimen del periodista Khashoggi


