El gobierno de Estados Unidos dio un paso más en su ofensiva contra la famosa institución académica y prohibió la llegada de alumnos extranjeros, mientras alentó a los que ya están matriculados a "transferirse o perderán su estatus legal. La medida coercitiva se suma a los ataques económicos que ha sufrido la institución por parte del mismo Estado.
En una carta firmada por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, la administración de Donald Trump notificó a la prestigiosa Universidad de Harvard que ya no podrá admitir a alumnos de otra nacionalidad que no sea la estadounidense. Según la misiva, “con efecto inmediato, el programa de la Universidad de Harvard de Estudiantes y Visitantes Extranjeros ha sido revocado”.
Según el Departamento de Seguridad Nacional, la universidad de élite “ha creado un ambiente inseguro en el campus al permitir que agitadores antiestadounidenses y proterroristas acosen y agredan físicamente a personas, incluyendo a muchos estudiantes judíos”.
Noem, además, acusa a la universidad de “coordinarse con el Partido Comunista Chino” y añade que “es un privilegio, no un derecho, que las universidades inscriban a estudiantes extranjeros y se beneficien de sus mayores pagos de matrícula para ayudar a engrosar sus dotaciones multimillonarias”.
La matrícula en Harvard es de 59.320 dólares para el año escolar que comienza a finales de este año, y los costos pueden ascender a casi 87.000 dólares si se incluye alojamiento y comida, según el diario The New York Times. Además, los estudiantes internacionales tienden a pagar una mayor proporción de los costos educativos en comparación con otros alumnos, de acuerdo con el medio.
Pero Noem afirmó que “Harvard ya no puede matricular a estudiantes extranjeros y que los actuales deben transferirse o perderán su estatus legal”.
Harvard dijo que la medida de la administración Trump, que afecta a miles de estudiantes, era ilegal.
La institución inscribió el año pasado a casi 6.800 estudiantes extranjeros, lo que representa el 27% de la comunidad académica, por lo que dijo estar "plenamente comprometida" con su educación y estaba trabajando en la elaboración de una guía para los afectados.
Trump, contra los centros educativos
El presidente estadounidense quiere alterar el panorama educativo a su antojo. Y, con ello, también entran algunas las universidades y centros educativos privados. Según el máximo mandatario, fomentan ideologías antiamericanas, marxistas y de "izquierda radical". A la vez, ha criticado a Harvard por contratar a demócratas prominentes para puestos docentes o de liderazgo.
Pero los ataques no han sido solamente verbales, sino económicos. Trump congeló hace un mes unos 2.200 millones de dólares en subvenciones federales a dicha institución, lo que llevó a la universidad a presentar una demanda para restablecer la financiación.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos dijo el lunes que estaba cancelando 60 millones de dólares en subvenciones federales a Harvard porque la institución de la Ivy League no abordó el acoso antisemita y la discriminación étnica en el campus.
Y aunque Harvard afirmó su compromiso con la lucha contra el antisemitismo, la ofensiva de la Casa Blanca parece seguir su curso. Y, en este caso, el presidente pudo cumplir con otra promesa que le ha llevado al Despacho Oval, la migración.
Lo más parecido a una dictadura: Universidad de Harvard no podrá matricular a alumnos extranjeros por orden de Trump


