La oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, dirigida por la Alta Comisionada Michelle Bachelet, a través de un comunicado publicado en su página web, mostró su preocupación por la muerte de al menos 21 venezolanos hallados en costas venezolanas.
“Nos hacemos eco de los llamamientos del ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones para que se realicen esfuerzos urgentes para detener a los contrabandistas y traficantes de personas que envían refugiados y migrantes en peligrosos viajes por mar”, reza parte del comunicado.
Nos entristece enormemente la noticia de que al menos 21 venezolanos que habían intentado llegar a Trinidad y Tobago murieron cuando su barco volcó frente a las costas de Venezuela. Las operaciones de búsqueda y rescate han continuado en medio del temor de que aún puedan faltar otras personas.
Esto representa una de las mayores pérdidas de vidas que involucran a refugiados y migrantes venezolanos que intentan cruzar el mar hacia Trinidad y Tobago, que en su punto más estrecho se encuentra a solo 15 km de Venezuela.
Según las autoridades venezolanas, durante el fin de semana se encontraron 21 cadáveres en aguas frente a la localidad de Güiria en el estado venezolano de Sucre. Hasta el momento, las autoridades han identificado a 19 víctimas, entre ellas cuatro niños. Según la información que hemos recibido, se dice que el barco en cuestión partió de Güiria en ruta a Trinidad y Tobago el 6 de diciembre.
Nos hacemos eco de los llamamientos del ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones para que se realicen esfuerzos urgentes para detener a los contrabandistas y traficantes de personas que envían refugiados y migrantes en peligrosos viajes por mar.
También instamos a las autoridades venezolanas y de Trinidad y Tobago a coordinarse y cooperar para proteger la vida y la seguridad de los migrantes y refugiados, incluso mediante operaciones de búsqueda y rescate efectivas en el mar e investigando de manera rápida, efectiva, exhaustiva y transparente este trágico incidente. También es extremadamente importante que los dos Gobiernos se coordinen y cooperen con respecto a las rutas migratorias seguras.
El mes pasado expresamos nuestra preocupación por la deportación de 25 venezolanos, entre ellos 16 niños, de Trinidad y Tobago, ya que se estaba presentando una demanda legal contra su expulsión. El grupo pasó un par de días en el mar antes de regresar a Trinidad y Tobago.
Una vez más, pedimos a los gobiernos que detengan las devoluciones en el mar en violación del principio de no devolución y la prohibición de las expulsiones colectivas y suspendan todos los retornos forzosos en medio de la pandemia de COVID-19 para salvaguardar la salud de los migrantes y las comunidades. Alentamos a los gobiernos a que, en cambio, proporcionen vías seguras y legales para que los migrantes regularicen su estado y eviten el riesgo de deportación.
Las vías de admisión y estadía deben ser consistentes con el derecho internacional de los derechos humanos y las consideraciones humanitarias e incluir el acceso al debido proceso y las garantías procesales.