El papa Francisco aseguró este sábado que la prohibición del aborto era una cuestión humana, no religiosa, y reafirmó que era equivalente a recurrir a un sicario.
“¿Es justo eliminar una vida humana para resolver un problema? ¿Es justo contratar a un sicario para resolver un problema?”, declaró el Papa.
“No entren en lo religioso cuando es una cuestión humana”, añadió.
El pontífice argentino hablaba ante los participantes de un coloquio sobre la lucha contra el aborto terapéutico, propuesto en casos en que los diagnósticos antenatales revelan graves malformaciones.
“Ningún ser humano puede ser considerado como incompatible con la vida”, insistió el Papa.