La presidenta Dina Boluarte, quien asumió el miércoles en reemplazo de Pedro Castillo destituido por el Congreso, no ha descartado acortar su mandato que debe culminar en julio de 2026 y adelantar las elecciones presidenciales y parlamentarias, “si es que la situación lo amerita”. Un adelanto de elecciones tiene que ser aprobado por el Congreso, donde muchos no quieren perder sus curules, pero la presión para que eso ocurra, crece. Boluarte dejó abierta esta posibilidad poco antes de nombrar a su primer gabinete ministerial, que juramentó este sábado.
La presidencia del gabinete de ministros la asume el abogado Pedro Angulo, quien ha sido fiscal superior y decano del Colegio de Abogados. En las elecciones de 2021 fue lanzado como candidato presidencial del partido Contigo, formado por seguidores del expresidente de derecha Pedro Pablo Kuczynski, pero su candidatura fue retirada por falta de respaldo. Angulo es más conocido por su trayectoria profesional como abogado que por su participación política, algo que caracteriza al nuevo gabinete. Quien tiene más peso político en el equipo de ministros de Boluarte es el titular de Defensa, el abogado Alberto Otárola, que ya ocupó ese cargo en el gobierno de Ollanta Humala (2011-2016). En Economía asume quien hasta ayer era el viceministro, el economista Alex Contreras, revelándose una continuidad en este sector. En Relaciones Exteriores también sube al cargo de ministra quien era la viceministra, Ana Cecilia Gervasi.
Un gabinete más técnico que político, puede ser una ventaja por el descrédito de los políticos, pero también un problema en medio de una situación política complicada. “Es un gabinete muy liviano en una coyuntura política pesada”, lo calificó un analista político. En el gabinete de la primera presidenta del país, de los diecisiete ministros que juraron, ocho son mujeres.
Boluarte inicia su gestión presidencial en una situación complicada. La mayoría parlamentaria de derecha, desacreditada desde hace buen tiempo pero que se siente empoderada después de la caída de Castillo, buscará imponerle la agenda. Ella no tiene partido político ni respaldo popular --asumió por haber sido la vice de Castillo--, no tiene una bancada parlamentaria que la respalde y tiene al frente en el Congreso a una mayoría de derecha --capitaneada por una ultraderecha golpista-- que en la guerra que le hizo a Castillo ha dado reiteradas muestras de prepotencia y conducta antidemocrática. La relaciones de Boluarte han sido tensas, no solo con la derecha sino con Perú Libre (PL), el partido de izquierda que la llevó al Ejecutivo y del que fue expulsada en enero pasado.