Un jurado en Estados Unidos, ordenó a la productora de Robert De Niro pagar más de 1,2 millones de dólares (más de $1.000 millones) a su ex asistente personal, al concluir que su compañía estaba involucrada en discriminación de género y represalias.
Si bien el jurado encontró que De Niro no era personalmente responsable del abuso, ordenaron a su productora, Canal Productions, realizar dos pagos de 632.142 dólares a su asistente personal de años, Graham Chase Robinson.
De Niro, quien estuvo presente tres días en el juicio de dos semanas, incluidos dos en el estrado de los testigos, ha estado en pleito con Robinson desde que ella renunció en abril de 2019.
No se encontraba en la sala del tribunal cuando se leyó el veredicto en voz alta el jueves por la tarde tras cinco horas de deliberaciones. Robinson, de 41 años, testificó que De Niro, de 80 años, y su novia, Tiffany Chen, se unieron contra ella para convertir un trabajo que alguna vez amó, en una pesadilla.
Aseguró que el actor no le pagaba lo suficiente por ser mujer, y lo acusó de darle tareas denigrantes y estereotipadas, como lavar sus sábanas. También lo denunció por contacto físico no deseado y de hacer comentarios de índole sexual.
De Niro y Chen testificaron que Robinson se convirtió en el problema cuando sus aspiraciones para ir más allá de Canal Productions, la compañía de De Niro que la contrató, la llevaron a hacer exigencias cada vez mayores para permanecer en el trabajo.
En dos días en el estrado de los testigos, el actor dijo al jurado que aumentó el salario de Robinson de menos de 100.000 dólares anuales a 300.000 dólares, y elevó su título a vicepresidente de producción y finanzas a petición de ella, a pesar de que sus responsabilidades seguían siendo en gran medida las mismas.
Cuando renunció, Robinson le robó alrededor de 85.000 dólares en millas aéreas, traicionó su confianza, y violó sus reglas no escritas de usar el sentido común y hacer siempre lo correcto, dijo De Niro.
Pero el jurado desestimó la demanda original que presentó Canal Productions contra Robinson, en la que acusaba a la mujer de usar la tarjeta corporativa para gastos personales, de reclamar millones de millas aéreas y de pasar "horas viendo Netflix" en horario de oficina.
"Estamos complacidos de que el jurado viera lo que nosotros vimos y diera un veredicto a favor de Chase Robinson", escribió en una declaración para la AFP el abogado de la mujer, David Sanford.
Cabe destacar que en ocasiones, el actor reconoció desde el estrado de los testigos muchas de las afirmaciones que Robinson hizo para respaldar su demanda por discriminación de género y represalias por 12 millones de dólares, incluido que pudo haberle dicho que a su entrenador personal le pagaban más que a ella en parte porque tenía una familia que apoyar.
De hecho, la compensación por daños también cubrió el reclamo de Robinson por represalias, pues dijo que De Niro se negó a escribir una carta de recomendación o a pagar indemnización.
Sin embargo, él estuvo de acuerdo en que le había pedido que le rascara la espalda al menos en dos ocasiones, y descartó una pregunta al respecto con: "Ok, ¿dos veces? ¡Me tienes!".
Admitió que la había reprendido, aunque cuestionó haber dicho alguna blasfemia contra ella, diciendo: "Nunca fui abusivo, nunca".
También negó haberle gritado alguna vez, argumentando que cada pequeño detalle con el que ella intentaba evidenciarlo era una tontería y que, a lo sumo, había levantado la voz en su presencia pero nunca sin faltarle el respeto.
Luego, la miró sentada entre sus abogados en la sala y gritó: "¡Qué vergüenza, Chase Robinson!".