El presidente francés, Emmanuel Macron, visitó el Arco del Triunfo para comprobar los desperfectos que ha sufrido el monumento, símbolo de la República, que fue objeto de vandalismo durante las protestas de los llamados "chalecos amarillos".
El jefe del Estado, acompañado del ministro del Interior, Christophe Castaner, rindió homenaje a la tumba del soldado desconocido, que representa a todos los franceses muertos en la Primera Guerra Mundial, ensuciada por los alborotadores que dejaron sobre ella latas de cerveza y otros objetos.
La protesta liderada por el movimiento de los "Chalecos Amarillos" realizó rayados en el Arco del Triunfo en París, y llamó la atención que apareciera un graffiti evidentemente realizado por un chileno que dice "pico pa Macron".
Macron volvió inmediatamente a Francia tras participar en la cumbre del G20 en Buenos Aires por la degeneración de la manifestación contra el alza de los impuestos al carburante, que convirtió la capital en un campo de batalla, y se reunirá hoy con el Gobierno para evaluar la situación.
El presidente y el ministro entraron en el monumento para comprobar los daños, entre los que destaca una estatua destrozada de Marianne, figura alegórica de la República Francesa, y graves desperfectos en la tienda del museo, además de las pinturas en la fachada del Arco que esta mañana empezaron a ser cubiertas.
Además, Castaner y el secretario de Estado del ministerio del Interior, Laurent Nuñez, deberán comparecer ante el Senado, en manos de la derecha, el próximo martes.
La Cámara Alta anunció hoy el procedimiento de esta audiencia para obtener explicaciones de los altercados, las agresiones contra las fuerzas de seguridad y los actos de vandalismo y de destrucción durante la manifestación de los "chalecos amarillos" en la que se infiltraron además unos 3,000 violentos.