“La cantidad personas muertes por el terremoto subió a 1.297 el 15 de agosto”, dijo el servicio de protección civil que también actualizó a mas de 5.700 la cantidad heridos que era hasta ahora de 2.800.
El sismo de magnitud 7,2 se produjo el sábado a las 08H29 (12H29 GMT) a unos 160 km de la capital haitiana, Puerto Príncipe, según los datos del servicio geológico de Estados Unidos (USGS).
El USGS, que llegó a emitir una alerta de tsunami que posteriormente canceló, asignó al terremoto una alerta roja en su escala de daños humanos, que significa que “es probable que haya un alto número de víctimas y es probable que el desastre afecte a una zona extensa”, indicó en su página web.
El sismo de este sábado evidenció, por ejemplo, el mal estado de sus hospitales que se vieron sobrepasados a las pocas horas del sismo cuando empezaron a recibir a los cientos de heridos y tuvieron que hacer llamados para recibir ayuda de personal médico voluntario. El ministerio de Salud anunció el envío de personal y medicamentos a la península más afectada por el terremoto, pero los operativos de ayuda pueden verse afectados por la profunda inseguridad que afecta a esta nación de la isla de La Española.
El primer ministro Ariel Henry reconoció en una rueda de prensa que su país tiene “un problema en Martissant”, un punto en la carretera que une Puerto Príncipe con las zonas afectadas del suroeste que está tomando por bandas armadas que han perpetrado ataques y secuestros, y aseguró que la policía y el ejército han sido desplazados al lugar para asegurarse el libre tránsito.
Mientras tanto, desde la comunidad internacional se han multiplicado las muestras de solidaridad y ofrecimientos de ayuda. El presidente estadounidense Joe Biden fue el primero en reaccionar el sábado al autorizar una respuesta inmediata para asistir a Haití que coordinará Samantha Power, la administradora de la agencia de cooperación USAID.