Aranceles por más de 200.000 millones de dólares impuso esta noche el presidente norteamericano para grabar la importación de productos provenientes de China.
Trump desafió todas las advertencias y escaló un peldaño en la confrontación comercial con Pekín este lunes, al anunciar nuevos aranceles sobre importaciones chinas por 200.000 millones de dólares. Los nuevos aranceles entrarán en vigor el 24 de septiembre, dijo Trump en un comunicado difundido hoy.
“Además, si China toma medidas de venganza contra nuestros agricultores o contra otras industrias, vamos a seguir inmediatamente con la fase tres, con aranceles en aproximadamente 267.000 millones de dólares de importaciones adicionales”, amenazó.
“Durante meses hemos urgido a que China cambie estas prácticas injustas y que dé un trato justo y recíproco a las empresas estadounidenses“, dijo Trump.
“Estas prácticas constituyen claramente una grave amenaza a la salud y prosperidad a largo plazo de la economía de Estados Unidos”, señaló.
Pekín ya avisó que aplicaría represalias si Trump llevaba adelante estas medidas, bajo el cual cerca de la mitad de las exportaciones chinas a Estados Unidos quedan bajo aranceles.
“Si Estados Unidos adopta nuevas medidas sobre derechos aduaneros, China (…) tomará medidas de represalia para defender sus derechos e intereses legítimos”, dijo este lunes Geng Shuang, portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores.
Trump ya había prometido al inicio de la jornada que habría “algunas noticias muy positivas” y dijo que habría “una gran cantidad de dinero que entrará a las arcas” estadounidenses.
“Los aranceles colocaron a Estados Unidos en una posición de negociación muy fuerte, con miles de millones de dólares y trabajo fluyendo a nuestro país. Y aún así, el aumento de costos ha sido casi imperceptible”, dijo Trump.
“Si los países no hacen tratos justos con nosotros, serán ‘tarifados'”, afirmó.
La semana pasada, más de 80 grupos de presión del sector agrícola, industrial, tecnológico, de los servicios y de la distribución anunciaron el lanzamiento de una amplia campaña en contra de la política proteccionista de Trump.
El banco central estadounidense manifestó que la guerra comercial lanzada por Trump está presionando a las empresas estadounidenses y las está haciendo demorar o recortar sus planes de inversiones.