Oh I'm just counting

Ultraderecha vuelve al Parlamento alemán después de 60 años

"Este Gobierno que se abrigue, porque iremos a por él", advirtió uno de los dos cabezas de lista de AfD en los comicios generales, Alexander Gauland, en su primera intervención ante los seguidores de su partido.

La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) celebra este domingo su entrada al Parlamento alemán como tercera fuerza más votada, tras cristianodemócratas y socialdemócratas, y como principal aglutinador del voto de protesta contra la política de refugiados de la canciller, Angela Merkel.

"Este Gobierno que se abrigue, porque iremos a por él", advirtió uno de los dos cabezas de lista de AfD en los comicios generales, Alexander Gauland, en su primera intervención ante los seguidores de su partido.

 
"Recuperaremos nuestro país y nuestro pueblo", recalcó. "Cambiaremos este país".

Gauland afirmó que si el partido ha logrado el 13 por ciento de los sufragios, según las primeras proyecciones de voto, es gracias al "idealismo" de los que lo apoyan y destacó que "lo que piensa la gente en la calle volverá a tener un lugar en el Bundestag", la cámara baja del Parlamento alemán.

Más comedida, la otra cabeza de lista, Alice Weidel, prometió practicar una política constructiva desde la oposición y llamó a los futuros diputados de su partido a ser conscientes de su responsabilidad y a cumplir su tarea "con humildad".

"Preocupaos de que desde la oposición en este país la ley y el orden vuelvan a tener una opción", dijo al tiempo que anunciaba que lo primero que hará su partido es impulsar una comisión de investigación contra Merkel por su política de refugiados.

La AfD, nacida en 2013 como partido euroescéptico, quedó en las elecciones de ese año fuera del Parlamento por unas décimas, pero con la crisis de los refugiados transformó su discurso antieuropeo en xenófobo y fue logrando escaños en trece de los dieciséis estados federados.

Su buen resultado hoy, aunque pronosticado por los últimos sondeos preelectorales, conmocionó a los líderes de los demás partidos políticos, así como a la mayoría de la sociedad.

Varios centenares de personas se congregaron frente al local de la céntrica plaza Alexanderplatz, donde el partido celebraba su éxito en estos comicios generales, gritando eslóganes como "no hay derecho a la propaganda nazi" y "largaos", en medio de un importante despliegue policial.