Oh I'm just counting

Un estudio expone el racismo y la violencia policial en Alemania

Los expertos realizaron una investigación que deja a la vista el racismo y la violencia de la policía en Alemania. Un equipo de criminólogos de Bochum dedicaron años a indagar el comportamiento y la brutalidad de los agentes. Los resultados son alarmantes, más cuando ya se identificaron vínculos con la ultraderecha.

Un habitante de la ciudad de Essen expone que “nos lanzaron insultos como libaneses inmundos, extranjeros inmundos”. Omar Ayoub precisa que su hermana le contó que un oficial le dijo “no estás en tu propio país ahora, no puedes comportarte como animal”. La policía se negó a comentar esta acusación.

Laila Abdul-Rahman es parte del equipo investigador de la Universidad de Bochum. Ella lleva dos años revisando casos y dice que el anterior es un comportamiento típico entre policías. Ella y sus colegas entrevistaron a más de tres mil personas, algunas de ellas de minorías étnicas, para este estudio.

Los investigadores descubrieron que los ciudadanos que no pertenecen a minorías étnicas experimentan la brutalidad policial en manifestaciones y eventos masivos. Los miembros de esas minorías sufren la violencia de los agentes fuera de tales ocasiones. Debido a la falta de pruebas los casos casi nunca llegan a tribunales.

Abdul Rahman explica que “lo que sí vemos en las estadísticas oficiales es que la violencia de los agentes de policía casi nunca es perseguida por los fiscales“. Eso implica que en más del 90% de los casos se retiran los cargos y la investigación. “Las víctimas nunca tienen su día en los tribunales y hay una gran área gris”, explica.

El director del estudio, Tobias Singelnstein, asegura que el tamaño de la muestra aún es pequeño para que los resultados se generalicen a toda Alemania. El experto cree que igualmente hay motivos para preocuparse. La conclusión del estudio es que las minorías étnicas están estructuralmente desfavorecidas por la policía.

La Deutsche Welle informa que el investigador estima que una de las consecuencias es que las víctimas dejan de creer en el estado de derecho. Los autores del estudio dicen que los controles independientes podrían ayudar. Además, piden mecanismos de control externo para vigilar a la policía y apoyar a las personas.