El presidente Zelenski reveló que los ataques de Rusia se están enfocando al norte y este de Ucrania, en una operación que se ha intensificado desde el 10 de mayo cuando los rusos redoblaron sus esfuerzos por avanzar en el terreno.
“Toda la operación rusa en Járkiv se reduce a su intento de debilitar nuestras fuerzas a lo largo de las líneas del frente, mientras intenta fortalecer la propaganda, que también está dirigida a los líderes mundiales. Rusia intenta demostrar que tiene la capacidad de determinar el curso de la guerra”, dijo desde Kiev en su primera entrevista con medios extranjeros desde que comenzó la ofensiva.
Ese 10 de mayo, las fuerzas rusas, que en los últimos meses no habían visto muchos avances en su ofensiva contra Ucrania, lanzaron un asalto sorpresa en la región de Járkiv, que se ha traducido en una de sus mayores ganancias territoriales en más de un año y medio, según los informes de ambas partes.
Zelenski reveló que los uniformados de Moscú lograron avanzar entre 5 y 10 kilómetros a lo largo de la frontera noreste antes de que fueran detenidos por las fuerzas ucranianas.
"No diré que es un gran éxito (para Rusia), pero tenemos que estar alerta y entender que se están adentrando más en nuestro territorio", explicó el presidente ucraniano, añadiendo que los ataques en la región podrían estar solo bajo la primera etapa de una ofensiva más amplia.
"Han puesto en marcha su operación, puede estar compuesta por varias oleadas. Y esta es su primera ola", dijo.
Una evacuación masiva
Ucrania ha evacuado a casi 10.000 personas de la zona fronteriza noreste desde que Rusia lanzó el asalto, según el Gobernador de la región de Járkiv, y las autoridades ucranianas locales han acusado a los soldados rusos en Vovchansk, de tomar a decenas de civiles para usarlos como “escudos humanos” y así defender su cuartel general.
"En el área de la ciudad de Vovchansk, las tropas ucranianas están reforzando su defensa para mejorar la situación táctica", dijo Synegubov.
Sin que se divise un fin del conflicto en el corto plazo, el Ejército ucraniano tiene dificultades para reclutar, y los combatientes están cada vez más agotados y enojados por la falta de rotación. Muchos, incluso llevan más de dos años luchando sin posibilidad de ser dados de baja.