Deberá responder por el delito de colaboración en el asesinato de cientos de personas en el campo de concentración de , en Polonia, el primero que el régimen de Adolf Hitler levantó fuera de Alemania.
Un antiguo guardia de las temidas SS nazis deberá responder a sus 94 años ante la justicia alemana por un delito de colaboración en el asesinato de cientos de personas en el campo de concentración de Stutthof (Sztutowo, en polaco), levantado por la Alemania nazi en Polonia, anunció la audiencia provincial de Münster.
Las acusaciones se refieren al período comprendido entre 1942 y 1945, cuando el hombre trabajaba como vigilante en el campo, el primero que el régimen de Adolf Hitler levantó fuera de Alemania.
De acuerdo con la información facilitada por el tribunal de la ciudad del oeste de Alemania, el juicio contra el nonagenario comenzará el próximo 6 de noviembre en un juzgado de menores, porque en el momento en el que se produjeron los hechos el ex guardia todavía no había cumplido los 21 años.
Además, teniendo en cuenta el estado de salud del inculpado, la justicia alemana ha fijado una duración máxima de cada audiencia de dos horas y ha dispuesto que el anciano disponga de días de descanso entre las 13 sesiones fijadas para que pueda recuperarse con tranquilidad del esfuerzo que le supone acudir al juzgado a una edad tan avanzada.
Según la Fiscalía, en el tiempo en el que el hombre estuvo destinado en Stutthof, cientos de personas fueron asesinadas en cámaras de gas. Además, numerosas personas perdieron la vida a consecuencia de las malas condiciones en las que se encontraban en el campo, por disparos en la nuca, por envenenamiento o porque los jerarcas nazis las dejaban morir de frío.
El Ministerio Público considera que el hombre estaba al tanto de lo que ocurría en el campo de concentración. El encausado, sin embargo, rechazó con anterioridad su participación en las muertes.
Durante décadas las personas que colaboraron de forma indirecta en asesinatos masivos no fueron sentadas ante la Justicia en Alemania.
El cambio de enfoque judicial que permitió llevar ante el juez a quienes cooperaron con la maquinaria de exterminio nazi vino propiciado por la condena de John Demjanjuk a cinco años de prisión en 2011 por complicidad en más de 28.000 asesinatos en el campo de exterminio de Sobibor.
Hasta entonces, las Fiscalías alemanas sólo presentaban demandas contra aquellos cuya participación directa en los delitos podían demostrar, debido a una sentencia de 1969 de la Corte Suprema de Alemania que sostenía que no todo aquel que estuvo involucrado en la maquinaria asesina de los campos de concentración podía ser responsabilizado por todo lo que ocurrió dentro.