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Abogada de Nicolás López: “El respeto a la mujer no se puede construir en base a denuncias falsas”

Solo dos días antes del reportaje de revista Sábado en el que ocho mujeres acusan a Nicolás López de supuesto acoso y abuso sexual, la abogada Paula Vial conoció personalmente al cineasta.

La gerenta de Comunicación Estratégica de Imaginacción, Claudia Miralles, la contactó contándole del caso y pidiéndole escuchar al director de la trilogía Qué pena tu… y de Sin filtro, películas que ostentan los mayores éxitos comerciales del país.


Vial concurrió junto a su socio, Rodrigo Molina, a una reunión en la que escucharon en extenso el relato de López, además de revisar pruebas materiales que -se convencieron- desestimarían las denuncias en su contra. Así decidieron representarlo ante una eventual judicialización del caso.

La aparición de la abogada -una autodeclarada feminista- en el caso generó una fuerte polémica. Y aunque Vial sostiene que preveía las críticas que se vendrían en su contra, dice que nunca pensó que serían tantas y de círculos profesionales cercanos.

 

Durante esta entrevista con La Tercera, que fue pactada directamente con ella y se realizó en su oficina, la también exdefensora nacional estuvo acompañada de una periodista de la agencia Imaginacción.

¿No conocía nada de Nicolás López?
No, personalmente no lo conocía, pero sí de nombre. Cuando yo era más joven lo leía en la Zona de Contacto, escribía una columna y me parecía un tipo muy talentoso, pese a que en esa época era súper chico. Pero después, nada. He visto algunas de sus películas.

Entonces, ¿por qué decide defenderlo?. ¿Fue porque se lo pide Imaginacción o a propósito de ese primer encuentro?
Lo que nos mostró, las pruebas que vi, me hicieron pensar que su historia era sólida. Me hizo mucho sentido lo que me decía, lo que me mostraba y, bueno, le creí. Y como le creí, me pareció que estaba bien defenderlo.

¿Qué es lo que específicamente le creyó?
Le creo que no es un abusador. Como él mismo lo dice, puede haber sido un descriteriado, un imbécil, pero eso no es delito. Y yo como penalista me focalicé en probar que su conducta no es constitutiva de delito. Eso es lo que hacemos los abogados cuando defendemos.

¿No se le pasó por la mente que buscaron que asumiera esta defensa por su autodeclarado feminismo?
Si me preguntas por qué me llamó la Claudia Miralles (Imaginacción), supongo que fue por penalista. Ya nos ha tocado trabajar antes, a mí no me llamó la atención que me llamara.

Dice que llegó a la convicción de que López no cometió delito, sin embargo, eso no excluye otras conductas de su cliente: el blog sobre Leonor Varela, por ejemplo, o cómo aborda la figura femenina en sus películas, mostrándolas como histéricas, tontas, vengativas… ¿No le parece que son conductas reprochables desde el feminismo?

Lo de Leonor Varela entiendo que apareció después. Creo que en sus películas desde el humor aborda personajes femeninos de una manera interesante y permite generar discusión y debate de cómo las mujeres son caricaturizadas y estereotipadas. Es un irreverente, pero a mí me llamaron como penalista y en eso yo me enmarco y me enfoco.

Y de las mujeres que aparecen en revista Sábado… ¿No cree en sus testimonios?
Así como están relatados en ese reportaje claro que parecieran situaciones constitutivas de delito, pero nosotros tenemos evidencia de que eso no es así. Y eso genera mi convicción.

¿A qué pruebas se refiere?
Eso lo presentaremos en la instancia correspondiente, no en un reportaje. La fiscalía abrió investigación de oficio y hasta el día de hoy (viernes) ninguna de ellas ha denunciado. A mí lo que me llama la atención de este caso es que ellas, según se dice en el mismo reportaje, tuvieron asesoría de abogados desde el principio, entonces no entiendo por qué no se denunció donde se debe. Está bien, puede haber una investigación periodística, no cuestiono eso, pero me parece que el espacio en que se denuncian estas cosas debe ser en el Ministerio Público, para que se investigue: es un derecho para la víctima y para el imputado.

Pero se sabe que las víctimas de este tipo de delito se demoran en poder denunciar este tipo de conductas…
Me parece que nuestro sistema penal da suficientes garantías para que cualquier persona pueda hacer una denuncia y que esta sea investigada, se procure oportunidad y equilibrio tanto para la víctima como para el imputado.

Ustedes en un comunicado anuncian acciones legales tras el reportaje. Eso se interpretó como un amedrentamiento a las denunciantes. ¿Cómo se puede entender que una feminista ocupe esas tácticas?
Eso no es así. El tema acá es que no hay antecedentes, hay evidencia que contrarresta esos testimonios, algunos de ellos falsos. Nosotros no amedrentamos. Lo que me parece un problema es el lugar donde ellas eligen hacer su denuncia. Una publicación es un lugar que lo expone (a Nicolás López), o sea, es un lugar donde si su objetivo era destruir su imagen, es un objetivo claramente logrado. Y eso es mucho más fácil de hacer en un reportaje. Esto genera un problema en la defensa, las garantías de cualquier imputado se ven afectadas, porque se lo destruye comunicacionalmente y de eso ya no hay mucha vuelta. Ha habido un linchamiento público, una especie de catarsis pública en que se lo sindica como el epítome del abuso, eso es absurdo. Yo soy militante feminista, pero también soy defensora y comulgo con los principios de uno y otro.

Usted cree que se puede ser feminista y, a la vez, defender a una persona acusada de abuso, lo que conlleva contrarrestar las versiones de esas mujeres…
Me parece absolutamente compatible. En este caso, si no le hubiera creído a Nicolás, no hubiera tomado el caso, pero creo en su historia y me parece importante también, en el mundo del feminismo, establecer ciertos estándares en relación a las denuncias y en el espacio donde se hacen. Yo siento mucho lo que las mujeres que aparecen en el reportaje hayan podido sentir en relación a Nicolás, pero yo me muevo en el mundo de las evidencias y por eso es que me pareció importante tomar esta defensa. A mí no me parece que la justicia o el respeto por los derechos de la mujeres se puedan construir en base a denuncias falsas y creo que situaciones como estas, donde hemos analizado evidencia que dice lo contrario a lo que algunas han señalado, les hacen un flaco favor a los verdaderos casos.

El mundo feminista se siente decepcionado de usted. ¿Cómo vive eso en lo personal?
Soy abogada y penalista. Se me ha tratado con mucho machismo al no respetar eso, mi profesión; se ha puesto en entredicho mi militancia feminista, que es real y profunda, porque es mi forma de ver la vida, y he visto cuestionamientos en mi contra que no he visto nunca en relación a hombres en casos de alta connotación pública. Nunca se ha visto que el debate de tal o cual imputado sea su abogado. Yo soy feminista, creo en poder cambiar la estructura del mundo, los espacios de autoridad, de poder, de decisión. He luchado para eso, para que haya equilibrio. Y creo que es compatible creer en ese feminismo profundo y creer también en el derecho a defensa, la presunción de inocencia y que se me respete en mi rol de defensora.

¿Ha sido difícil enfrentar los cuestionamientos? Usted era una activa usuaria de Twitter, pero hace una semana no opina de nada. ¿Va a abandonar esa red social?
No. No pienso dejar de opinar. Así como a mí me gusta hacerlo, he tenido que recibir las opiniones de gente que me ha cuestionado en términos muy duros. Siempre pensé que podría generar algo de polémica, pero tenía la esperanza que se me respetara como profesional, mi criterio, mi juicio para tomar el caso. Que se entendiera que si tomaba este caso era porque le creía a Nicolás. Pero no. Se me ha denostado de formas tan fuertes. Incluso, dicen que lo hago por plata. ¡Imagínate! La gente no entiende que si yo no hubiera sido antes defensora, no tendría hoy un espacio de opinión desde lo feminista.

Se ha dicho que el contrato de sus servicios es parte de una estrategia comunicacional. ¿Qué le responde a eso?
Eso es muy ofensivo. Soy lo suficientemente criteriosa, inteligente, tengo un sentido de realidad suficiente para tomar mis decisiones. Pero hay una locura colectiva que es difícil de contrarrestar. Por eso he dejado de hablar, ni voy a responder ninguna de esas menciones en Twitter, porque no me interesa polemizar en este minuto, sino enfocarme en esta causa. Soy una persona esencialmente opinante y me gusta opinar. Tengo columnas de opinión y lo voy a seguir haciendo. Han sido días álgidos, con mucha irracionalidad y emocionalidad en el ambiente, por lo que me pareció prudente callar.

El abogado Juan Pablo Hermosilla, reconocido por su defensa a víctimas de abusos, representó en el sumario por acoso en la Universidad de Chile al profesor Carlos Carmona. En ese caso no hubo críticas al rol del profesional… ¿Qué le parece eso?
No tenía idea que era el abogado de Carmona, en cambio sí sabía que había asesorado a estas víctimas del reportaje. Bueno, eso es lo que te decía. Las críticas a mi persona son machistas e injustas, nadie lo cuestionó a él. Él (Juan Pablo) está defendiendo a víctimas acá y es la misma persona que está defendiendo al que se le acusa como victimario y no es criticado. En cambio, yo soy trending topic, fíjate, porque soy una abogada ejerciendo su profesión hace casi 30 años, por estar en una causa que me parece justa.

En el feminismo hay muchas consignas, una el #YoTeCreoHermana y con todo lo que ha dicho, claramente, a estas mujeres no les cree…
Eso pasa porque nosotros, los abogados de Nicolás López, tenemos pruebas. Nunca hemos querido amedrentarlas. De hecho, me parece que el que ellas hayan hecho las denuncias en un reportaje y no ante la justicia es mucho más dañino y amedrentador. Nosotros cuando decimos que emprenderíamos acciones era para que se investigara donde corresponde. ¿Cómo podría yo amedrentar a una víctima si ellas ya habían participado de ese reportaje? Nuestro único objetivo es desvirtuar en tribunales lo que han dicho, porque consideramos que son denuncias descontextualizadas en algunos casos y falsas en otros.

Si acredita que son falsas, ¿piensan perseguirlas judicialmente?
Es una decisión que tendrá que adoptar Nicolás en su minuto. No quiero anticipar juicios.

¿Descarta estar defendiendo a un abusador, como sostienen las mujeres denunciantes en el reportaje de Sábado?
Yo creo que él es inocente y lo voy a defender de los delitos que eventualmente se le puedan imputar.

¿Qué pasará con Paula Vial tras este caso? ¿Seguirá siendo la misma?
Soy una persona muy aterrizada. Si terminamos este caso como creo que va a terminar, con evidencia de que Nicolás está diciendo la verdad, no sé qué pasará. No busco que nadie me reivindique. Y en el caso de mi cliente, no sé si es posible su reparación. Fui defensora penal, llegué a ser defensora nacional y sé que hay personas que son condenadas comunicacionalmente y aunque después sean absueltas, nunca logran reparación. Estoy, desafortunadamente, acostumbrada a eso. En lo personal, soy una mujer de convicciones fuertes, es difícil que una semana como esta, llena de vicisitudes, me vaya cambiar en lo profundo, en lo que soy. Voy a seguir haciendo mi vida, soy una persona fuerte, me gusta hacer mi trabajo y soy súper profesional.

En esta semana en que tanta gente ha opinado si debía o no tomar este caso, que la han cuestionado por su rol feminista, ¿no se arrepintió de aceptar la defensa de Nicolás López?
No, no me arrepiento, al contrario. Lo que quiero hacer es contribuir a que se pueda hacer pública su inocencia y que este asunto termine bien, sin más daños para unos y para otros. También me preocupa la situación de las víctimas y su exposición. Porque todo esto de intentar solucionar temas en un reportaje provoca un nivel de exposición que ha sido dañino para todos, para ellas y para él. Porque sé que es inocente. Lo sé.