El sacerdote jesuita Felipe Berríos dijo que "mi impresión es como la de muchos, de un golpe", al referirse a la denuncia por abusos sexuales formulada por una mujer en contra del fallecido sacerdote Renato Poblete.
Entre las acciones a seguir, el sacerdote aclaró que "hemos nombrado a un abogado laico para que recoja toda esta información (...) y si hay delito va a tener que intervenir la fiscalía", sin embargo, aclaró que no conoce más detalles de la acusación, por lo que planteó que "hay que esperar que la investigación llegue a fondo".
Con todo, Berríos planteó que "aunque esto es doloroso y lento, va para algo bueno, desenmascarar una cultura que vivimos en la sociedad y que nos afecta mucho y que asimilamos mucho en la iglesia".
"Hay una cultura de tapar, de centrarnos más en quién pedía perdón más de en quien fue agredido y espero que avancemos en eso", agregó.
Consultado por la tardanza en la remoción de cargos de obispos por parte del Papa Francisco, el sacerdote Berríos sostuvo que "ciertamente todos tenemos la sensación que esto se alarga demasiado, nos tiene a todos agotados, ojalá se tomen medidas pronto. Yo creo que el Papa está solo, está ahí luchando con distintas mafias; está la mafia de la plata, de los conservadores (...) y la mafia de los abusos sexuales".
Pese a este panorama, Berríos planteó que "esto aunque esto es doloroso y lento, va para algo bueno; desenmascarar lo que puede haber sido una cultura que vivimos en la sociedad y que nos afecta mucho y que asimilamos mucho en la iglesia, que es la cultura del ocultamiento".
Berríos también manifestó su pesar respecto a lo ocurrido, destacando que "la cosa no termina nunca, nos tiene agotados, porque queremos trabajar tranquilos con la gente".