La decisión de la Congregación para la Doctrina de la Fe de quitarle el estado clerical a Cristián Precht, es decir, que deja de ser sacerdote, se debió a nuevas denuncias en su contra por abusos sexuales.

Así lo reveló el vicario judicial del Arzobispado de Santiago, Jaime Ortiz, quien explicó que "más allá del caso maristas, hubo por lo menos dos nuevas denuncias que tuvieron que ver con la misma actuación de abuso sexual de menores", y "todo eso, junto con lo del caso maristas, se envió diligentemente a la Santa Sede", consignó La Tercera.

De esa manera, el órgano del Vaticano resolvió la dimisión perpetua de Precht debido a la "claridad" y "magnitud" de los antecedentes que pesaban contra el ahora ex sacerdote, sin necesidad de una "mayor investigación".

Además, desde el Arzobispado capitalino descartaron que la decisión del Vaticano haya tenido relación con el recurso de amparo que presentó en agosto contra el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, con el fin de evitar la medida cautelar que le impuso la archidiócesis en el marco de la investigación canónica por abusos sexuales en colegios de la congregación de los Hermanos Maristas, y que fue acogido por la Corte Suprema.

"Hay que ser muy serios en esto, no se trata simplemente de dar señales, sino que esta decisión del Santo Padre haya sido resultado de una investigación seria, detallada, acuciosa, como dice el mismo decreto", recalcó.

"Normalmente, cuando se acreditan abusos de menores", la pena impuesta es "bastante habitual", sostuvo.

Actualmente, Precht está imputado como encubridor de los abusos cometidos por el ex capellán de la FACh Pedro Quiroz, contra quien el Obispado Castrense lleva un proceso canónico; y desde 2012 cumplió una suspensión de cinco años de ejercer como sacerdote tras comprobar entonces que Precht incurrió en "conductas abusivas con mayores y menores de edad".

También enfrenta una querella penal, con otros cuatro religiosos, por supuestos abusos en el caso Maristas, y una nueva investigación canónica, cuyos antecedentes fueron remitidos al Vaticano en los últimos dos meses.