El chofer del transporte escolar que asegura haber sido testigo del robo a las profesoras de la Escuela Santa Rosa de Ercilla previo a la muerte de Camilo Catrillanta relató cómo fueron los tensos momentos que se vivieron ese 14 de noviembre.
Con las iniciales F.R.S.S, fue identificado el hombre que conducía un furgón de la misma escuela y que, según relató, iba justo detrás de las profesoras asaltadas.
Según contó el chofer al diario La Tercera ese día fue especial, ya que no hubo clases porque el furgón en el que recogen a los niños, y que es el que maneja, había presentado fallas en los frenos.
"Yo me quedé esperando a un mecánico que vendría de Temuco, pero la directora me dijo que saliera a encontrar al maestro en el camino, así que aproveché que se iban (las profesoras) para ir detrás de ellas. Ellas iban en caravana", explicó el hombre.
"Ellas iban a sus casas, una a Ercilla, otra a Victoria y otra a Collipulli. Cuando ellas iban dando una vueltecita por un monte que hay en el camino, porque el camino estaba muy malo, los autitos, como son más bajos, se dieron la vuelta por el montecito. Entonces, en esas partes detrás del montecito, las agarraron”, detalló.
El testigo, que fue quien llamó a carabineros a través del 133, identificó las marcas de los tres autos que utilizaron para el asalto, los que habrían sido un Chevrolet Sail, un Great Wall y un Nissan March.
“Estaban ahí agresivamente echándolas abajo, a ellas y a los niños. Los autos los tenían atajados adelante con unas ramas y alambres de púa. Cuando llegué al lugar traté de ir a ayudarlas, me bajé, pero obviamente vi la agresividad de las personas que andaban con unas hachas en la mano y con estas escopetas como recortadas. Hice el intento de ir allá, me gritaron ‘saca esa huevá de ahí (por su auto), conchetumadre’, y cuando me lo dicen por segunda vez, me di la vuelta y lo saqué hacia un lado, y ellos arrancaron (sic)”, dijo el conductor.
Frente a la pregunta de si cree que fue un montaje lo sucedido que luego terminó con la muerte del comunero mapuche, el hombre aseguró que no lo cree. "Yo, que trabajo ahí, sé cómo es esto (…) Hay mucha gente que opina tanta estupidez y que ni siquiera sabe lo que pasó. Yo vi a las profesoras afectadas y a los niños llorando. Yo vi el robo, nadie me va a decir lo contrario”, puntualizó.