Oh I'm just counting

¿Cómo nos afecta el "error" del Banco Mundial sobre competitividad de Chile? Los expertos lo explican en sencillo

El pasado fin de semana hubo una noticia que remeció la contingencia nacional. La visita del papa Francisco quedó opacada por una cuestión financiera de extremo alto vuelo.
 
El Banco Mundial, organización financiera dependiente de la ONU, reconoció haber alterado su ranking de competitividad conocido como "Doing Business".
 
La clasificación general de Chile en el “Doing Business" (DB) ha fluctuado entre el 25º y el 57º lugar desde 2006. Durante ese período, la presidencia de Chile se alternó entre Michelle Bachelet y Sebastián Piñera. En la administración Bachelet, el ranking de Chile se deterioró sistemáticamente, mientras que constantemente subía bajo el gobierno de Piñera.
 
Según el economista en jefe del organismo, Paul Romer, en los últimos cuatro años la caída de Chile fue impulsada casi en su totalidad tras añadir nuevas métricas al índice, y no por cambios en las medidas permanentes del entorno comercial de nuestro país.
 
El grueso de la responsabilidad en el escándalo se le adjudica al economista boliviano Augusto López-Claros, quien es cercano a varios economistas relacionados con Sebastián Piñera, Felipe Larraín entre ellos quien funge de asesor del DB y mencionado como seguro integrante del primer gabinete del presidente electo, haciendo así del tema un elemento de crítica política.
 
El DB proporciona una medición objetiva de las normas que regulan la actividad empresarial y su aplicación en 190 economías y ciudades seleccionadas en el ámbito subnacional y regional. Analiza y compara las normas que regulan las actividades de las pequeñas y medianas empresas locales a lo largo de su ciclo de vida.

Al recopilar y analizar detalladamente datos cuantitativos para comparar en el tiempo los marcos reguladores de distintas jurisdicciones, el DB estimula la competencia entre las economías analizadas. También ofrece índices ponderables para incentivar procesos reformadores y constituye un recurso útil para investigadores universitarios, periodistas, investigadores del sector privado y otras personas interesadas en el clima empresarial de cada país.
Augusto López-Claros.
 
En sencillo, ¿de qué se trata?
 
La complejidad del debate, las estadísticas y las cifras que encierra la investigación del Banco Mundial no siempre resulta ser cercano al entendimiento mayoritario. Por tanto, la noticia, siendo relevante y contingente, no ha visto el impacto ciudadano que podría esperarse.
 
Además, la visita del papa Francisco ha opacado cualquier relevancia, sin importar la mediatización de los políticos oficialistas pidiendo una aclaración, criticando el periodo de campaña y cuestionando la participación del presidente electo.
 
Según el economista y académico de la Universidad Central, Bernardo Javalquinto, “la política del Banco Mundial es muy exigente, lo digo porque trabajé ahí, sus proyectos e investigaciones son siempre de gran relevancia y seriedad, y respecto a los errores ahora discutidos, todo tiene su génesis en una serie de errores que la administración chilena entregó al Banco Mundial”, parte diciendo el economista.
 
Según Javalquinto los resultados del Censo bajo la administración Piñera resultaron cruciales para entender los errores que entregó la investigación del Banco Mundial porque “afectaron internamente cualquier medición que pudiera realizarse. El país atravesó una profunda falta de credibilidad en aspectos económicos y políticos, los bajos ingresos económicos y la mala distribución económica resultaron cruciales. Ellos reciben la información que nosotros les enviamos”, explica Javalquinto.
 
 
Finalmente, para el economista, ahora el centro del enfoque es transformarlo en un problema político, producto de las mismas diferencias políticas, pero deja claro que “si cambiaría algo nuestro lugar en el ranking entregado por el Banco Mundial, aseguro que nada. Somos un punto comparado a las economías de algunas de las más grandes empresas. El tema político busca tapar un hoyo de otro lado. La realidad es esta: Latinoamérica creció en todo el 2017 un 0,3%; y Chile en solitario, en el mismo año, creció un 1,6%. Queda claro que el ranking no afectó a nuestra economía”, concluyó.
 
Para el economista Fernando Escobar la situación reviste una curiosidad profunda porque “es todo muy extraño, y esto porque se trata de una institución, en la que pude trabajar, la que tiene una serie de protocolos internos para revisar y validar un informe. De modo que si una investigación resulta entregar datos equivocados, es algo muy raro. Se trata de una situación que no sucede nunca”, dice el economista.
 
“Si sumamos que quien lidera el proceso de Chile en este tipo de informes es un boliviano, todo se complica más. Pero en el tema netamente económico, claro que complica a la inversión extranjera y nacional. Se trata de informes que sí son vistos para fundamentar la inversión. El tema político es un añadido al problema de fondo”, argumenta Escobar.
 
“Este tipo de informes pasa por una serie de revisiones técnicas, luego por el directorio lo que complejiza mucho que pudiera haber sido publicado con los errores que arrojó. Es algo muy raro. Pero personalmente creo que la credibilidad afectará al Banco Mundial, será un perjuicio enorme. Una aclaración del Banco Mundial sí podría ayudar a revertir el daño causado, pero tiene que ser en una lógica política transparente, donde el rol del Ministro de Hacienda es crucial”, concluye el economista.