El pasado 17 de agosto, el cabo 1° de Carabineros, Rodrigo Muñoz Cid (28), llegó hasta la terminal de buses de Estación Central, junto a otras tres patrullas de la institución, a pedirle matrimonio a su pareja.
Su propuesta rápidamente se convirtió en viral y fue comentario obligado a nivel nacional.
Por esos días, hubo mucha gente a favor y en contra. Uno de ellos fue el diputado Jorge Alessandri, quien a través de un video le pidió al general director general, Mario Rozas, “que tenga humanidad cuando analice este hecho” y al ministro del Interior, Andrés Chadwick, “que se ponga una mano en el corazón antes de pensar en sancionar a este carabinero”.
Además, en su justificación dijo que se había informado y que Muñoz Cid tenía “una hoja de vida impecable”. Sin embargo, lo que no sabía el parlamentario es que por esos días el cabo 1° enfrentaba a la justicia por una denuncia en su contra por tortura, hecho ocurrido al interior de un bus institucional de Carabineros contra una comerciante del barrio Meiggs.
Dicho proceso concluyó ayer, cuando el Cuarto Tribunal Oral en lo Penal de Santiago lo condenó a ocho años de presidio efectivo.
Tras conocer la condena, Rodrigo Muñoz Cid habló brevemente con La Cuarta y dijo que “me condenaron como culpable gracias a toda la opinión mediática, por los medios de prensa (…). Sigo siendo el culpable de haberle, supuestamente, pegado a los lindos (las víctimas)”.
El cabo no fue el único condenado. También recibió su pena el ex suboficial del mismo cuartel policial, Francisco Arzola, conocido como el “Paco Nazi”, quien se ganó 17 años de presidio por los delitos de tormentos y torturas reiteradas.
Respecto a ambas penas, la persecutora de la Fiscalía Centro Norte, Tania Sironvalle, aseguró que “esto es una condena histórica y emblemática. Es muy importante, porque se condena a 30 años a dos funcionarios que mientras ejercían sus funciones como Carabineros ejecutaron torturas y apremios ilegítimos”.
Cuando el cabo Muñoz le pidió matrimonio a su pareja, varios en la comisaría se fueron de espaldas. ¿La razón? El uniformado se mostraba ante sus pares como una persona muy correcta.
Desde la institución informaron que “se solicitarán los antecedentes al tribunal que lleva la causa, para determinar los cursos de acción que correspondan a nivel administrativo”.
¿Y la boda? Tal parece que no habrá luna de miel. “Es un tema (el matrimonio) que voy a cuidar y dejar para mí porque respecta a mi familia y es personal”, concluyó.
De igual forma, su defensa tiene 10 días para pedir la nulidad del juicio. De no ser así, deberá ingresar a un penal a cumplir su condena.