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Confirmado: versión de Carabineros sobre muerte de Catrillanca y falta de cámaras es falsa. Cruce con declaración del joven detenido corrobora que se destruyó evidencia

“Cuando dimos vuelta el tractor avanzamos hacia adelante y Carabineros dispara. Estábamos de espalda. Había uno de ellos con cámara. Él fue que disparó”. Este es parte del relato que hizo el menor M.P.C., de 15 años, que acompañaba al joven comunero mapuche Camilo Catrillanca cuando este fue abatido por Carabineros el pasado miércoles 14 de noviembrey que fue revelado por Ciper, que obtuvo la primera declaración del menor, la que fue clave para demostrar que cuatro funcionarios policiales destruyeron evidencia, lo que motivó que el domingo 18 fueran dados de baja. Junto a ellos, también pasaron a retiro dos altos oficiales de La Araucanía por su responsabilidad de mando.

La investigación periodística confirmó la identidad de los cuatro integrantes del GOPE de Carabineros que fueron apartados de las filas por haber destruido las grabaciones de la cámara que uno de ellos portaba: el suboficial Patricio Sepúlveda (a cargo del grupo); el sargento 2° Raúl Ávila (quien llevaba la cámara Go Pro cuyas imágenes fueron borradas); el sargento 1° Carlos Alarcón y el cabo Braulio Valenzuela.

Los cuatro policías formaban parte de la patrulla que llegó primero al interior de la comunidad de Temucuicui, donde se encontraban Catrillanca y el menor M.P.C., a bordo de un tractor. Un quinto integrante de la patrulla es el cabo Gonzalo Pérez, chofer del vehículo J-040 en el que se trasladaba el grupo. Este último no se habría bajado del vehículo policial, por lo que no fue objeto de sanciones.

Relato clave

Este es el relato íntegro que hizo el menor M.P.C. en la noche del miércoles 14 de noviembre, el mismo día en que resultó muerto Camilo Catrillanca:

“Nosotros estábamos en la casa de Marcelo, con Camilo (Catrillanca), y luego salimos hacia la casa de Camilo en La Romana y nos pillamos que estaba cortado el camino y tratamos de pasar por un atajo, cuando nos encontramos con Fuerzas Especiales a pie. Ellos aparecieron de repente, apuntando. Aparecen 20 fuerzas especiales de infantería y comenzaron a disparar a quemarropa.

Cuando dimos vuelta el tractor avanzamos hacia delante y Carabineros dispara. Estábamos de espalda. Había uno de ellos con cámara. Él fue que disparó.

Ellos estaban disparando a nuestras espaldas, primero balines de goma, pero, de repente, mandó como 4 o 5 disparos al aire y hacia nosotros, ya que las balas rebotaban en el tractor.

Camilo iba manejando y me grita ‘agáchate’. Me agacho y veo hacia la izquierda y veo que estaba botando una cosa amarilla por la nariz. Paré el tractor, me bajé con los brazos en alto y grito: ‘Le dieron’, ‘le dieron’. 

Luego me tiran al suelo y me subieron a la tanqueta. Ahí adentro un carabinero se sacó la cinta de grabación. La guardó. Puso otra cinta en la cámara y comenzó a grabar. Cuando estaba esposado va un carabinero por detrás y me pega con la (subametralladora) UZI. Viene otro por detrás, que le decían coronel, y me pegó nuevamente.

Me ponen la esposa de plástico y me pegaban patadas y me decían ‘parate culiao’. Me levantan y veo al Camilo y lo entran.

Me pegan un ‘paipe’ (manotazo en la cabeza), me golpean con la puerta de la tanqueta y me suben. Llevan a Camilo a Ercilla.

Cuando me detienen, a Camilo lo bajan del tractor y se gritaban: ‘La mansa cagaita’, pa que chucha se pusieron a webear’. Lo llevan al Cesfam de Ercilla”.

No sabía que estaba detenido

Una vez detenido, M.P.C. fue trasladado a constatar lesiones y luego a la Comisaría de Collipulli. Según su relato, llegó a esa unidad aún sin saber por qué estaba detenido. De hecho, la lectura de sus derechos se la hicieron recién a las 1:00 del jueves 15 de noviembre, al interior de la 2a Comisaría de Collipulli. Ese procedimiento estuvo a cargo del suboficial Eduardo Guirrimán.

En la misma comisaría permanecían otros cinco menores que habían sido detenidos en el Centro de Salud Familiar (Cesfam) de Ercilla, cuando intentaban averiguar qué había pasado con Camilo Catrillanca, quien había llegado herido hasta ese centro asistencial. Más tarde, todos fueron puestos en libertad.


Dudas en la fiscalía

Este testimonio inicial de M.P.C. fue tomado por una abogada del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) cuando el adolescente aún estaba detenido en la Comisaría de Collipulli. Ese informe no ha sido entregado oficialmente a la Fiscalía, continúa el relato de Ciper.

A la misma hora en que la abogada del INDH le tomaba declaración al menor M. P. C. en la 2a comisaría de Collipulli llegaban los carabineros involucrados a prestar declaración ante el Ministerio Público. Pasadas las once de la noche del miércoles 14 de noviembre los integrantes del GOPE se apersonaron ante los fiscales. Entregaron sus testimonios hasta las ocho de la mañana del día siguiente.

Lo primero que llamó la atención de los persecutores fue que los efectivos del GOPE se tardaron demasiado en llegar a prestar declaración. Lo segundo fue que llegaron acompañados por abogados. El jueves 15 se inició una investigación por oficio. La investigación por el asesinato de Catrillanca fue encomendada a Roberto Garrido, jefe de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía.

Ciper contrastó el parte policial elaborado por los integrantes del GOPE el mismo día miércoles 14 con el testimonio que el menor M.P.C. entregó a una abogada del INDH. Y lo primero que salta a la vista es que la declaración del menor era contradictoria con la información entregada inicialmente por Carabineros. El relato de los funcionarios policiales aseguraba que los cuatro integrantes del GOPE que participaron en el operativo no portaban cámaras. Pero M.P.C. afirma lo contrario.

Además, el Ministerio Público revisó otras grabaciones aportadas por efectivos de Fuerzas Especiales que llegaron con posterioridad al sitio del suceso. Allí se aprecia claramente que uno de los cuatro policías que integraban la patrulla desde donde se disparó al tractor que conducía Catrillanca, sí portaba una cámara Go Pro. Esto ratificó que todos los integrantes del GOPE mintieron en sus declaraciones iniciales.

Con este antecedente –que corroboró el primer testimonio del menor M.P.C.– la versión inicial de Carabineros se desmoronó. Y con ello se descartó la información original, transmitida por el intendente de La Araucanía, Luis Mayol, en la que se dijo que Catrillanca había participado en el asalto y robo de tres automóviles a profesoras de una escuela de Ercilla, delito que originó el operativo policial que culminó con la muerte del joven comunero.

Otro antecedente que ratificó que el menor M.P.C. decía la verdad es un documento policial al que tuvo acceso Ciper. Es la declaración voluntaria que prestó el equipo  del GOPE que participó directamente en la muerte de Camilo Catrillanca y en la detención del menor M.P.C. Allí se lee:

“Este personal es atacado con armas de fuego provenientes del costado izquierdo, pero sí sentí los impactos que rebotaban y se sentían pasar cerca de nuestros cuerpos. Ante tal situación se hace uso de las armas de fuego de cargo fiscal, efectuando disparos disuasivos y controlados a lugares seguros con la intención de emplear el sonido acústico para que los antisociales cesen el fuego, en estos instantes al seguir avanzando por el citado camino se observa que un tractor con las características señaladas por el personal de la Aeropolicial, al ver nuestra presencia, efectúa una maniobra de viraje para retornar por la misma ruta, perdiendo el vehículo de vista, y avanzando un par de metros nos percatamos que se encontraba al lado izquierdo del camino, pudiendo observar a uno de los individuos que procedió a darse a la fuga. Alcanzado a las 17:03 y siendo reducido por el sargento 2° Raúl Ávila Morales, el cual se identifica como M.P.C., edad 15 años, chileno, soltero, estudios medios, domicilio: comunidad de Temucuicui, comuna de Ercilla”.

Esta declaración del grupo policial corroboró el primer testimonio que entregó el menor M.P.C. a la abogada del Instituto Nacional de Derechos Humanos: efectivamente él fue detenido por el mismo carabinero que portaba la cámara que captó todo lo ocurrido al momento de la muerte de Catrillanca. El mismo suboficial que luego sacó la tarjeta de la memoria, cambiándola por otra, con lo cual borró la evidencia de los hechos. Ese policía es el sargento 2° Raúl Ávila Morales, a quien M.P.C. identifica como el autor de los disparos que provocaron la muerte de Camilo Catrillanca.

El domingo 18 a las 09:00 el vicepresidente de la República, Andrés Chadwick, flanqueado por el ministro del Interior (s) Rodrigo Ubilla y el general director de Carabineros, Hermes Soto, anunció la baja de los policías involucrados. Además, informó que el gobierno aceptó las renuncias del jefe de Orden y Seguridad de La Araucanía, general Mauro Victtoriano, y del prefecto de la Fuerzas Especiales en la misma región, coronel Iván Contreras. A diferencia de los cuatro funcionarios del GOPE que fueron dados de baja, estos dos altos oficiales accederán a todos los beneficios del retiro una vez que salgan de la institución.

En la mañana del lunes 19 de noviembre, el fiscal Roberto Garrido le tomó declaraciones al menor M.P.C.seguridad.