La Tercera Sala de la Corte Suprema le puso la lápida –por ahora-, al polémico hotel Punta Piqueros, en construcción en el balneario de Concón, V Región de Valparaíso, de propiedad de los conocidos empresarios Bengolea, Urenda, Bolocco y Said. .
Corte Suprema "echa a pique" hotel submarino de Cecilia Bolocco y el Jetset en Concón
Por Mario López M.
El rechazo de los ministros del tribunal superior del país, fue de forma unánime y se inclinó por desechar el recurso de casación presentado por la inmobiliaria en contra de la sentencia anterior dictada por el Segundo Tribunal Ambiental, el que ya había anulado el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto Hotel Punta Piqueros. El fallo detiene la ejecución de las faenas de construcción.
Para el presidente de la Fundación Defendamos la Ciudad, Patricio Herman, la suerte aún no está echada, pues “Este negocio inmobiliario podría revivir solo si el titular obtiene una nueva y bien fundada Resolución de Calificación Ambiental (RCA) por parte de la institucionalidad regional”, dijo a Cambio21.
Pero no es el único problema que tiene la ejecución de la obra que ha demorado tantos años en ejecutarse, pues el respectivo permiso de edificación también había sido anulado con anterioridad por el máximo tribunal, “el que había sido incorrectamente revalidado por el Director de Obras Municipales de Concón, que actúa como un ‘simple estudiante en práctica’ que incurrió en una situación anómala ya que la ley sectorial no admite ‘revalidar’ permisos de edificación, pues estos solo se aprueban, anulan o rechazan”, asegura Herman.
La seguridad en juego
El silencio del cese de las obras es solo interrumpido por el fuerte viento y el constante golpear de las olas, una y otra vez contra la construcción del Hotel Punta Piqueros, situado justamente en el borde costero de la comuna de Concón en Valparaíso. Su precaria ubicación deja en evidencia lo que parece obvio: el riesgo de construir cerca del mar y, en especial, en una zona de alto riesgo de tsunami. Esta vez los empresarios detrás de este proyecto actualmente paralizado por decisión judicial, son los conocidos empresarios Bengolea, Urenda, Bolocco y Said. ¿Quién autorizó la obra?
Patricio Herman, Presidente de la Fundación Defendamos la Ciudad relata que el 10 de enero de 2011 -con la aprobación del Concejo Municipal de Concón- se autorizó el permiso de edificación Nº 7 a favor de la Inmobiliaria Punta Piqueros S.A. “Este proyecto está localizado adyacente al polémico Santuario de la Naturaleza Dunas de Concón y sus obras están paralizadas por un ejemplar fallo de la Corte Suprema de Justicia en atención a que no fue sometido oportunamente al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA)”, indica.
No son los únicos que se opusieron. El Comité Pro Defensa del Patrimonio Histórico y Cultural de Viña del Mar entregó a las autoridades estudios e informes que indican que esta iniciativa no cuenta con condiciones para resistir un tsunami, por lo que, al aprobarlo, se expone la vida de sus potenciales 1.500 pasajeros y 145 trabajadores. “El diseño del inmueble, además, no permite la extinción de un incendio de envergadura desde el exterior, ni el acceso de carros bombas y escalas telescópicas a la base del edificio para salvar a personas atrapadas en su interior”, afirman. Hoy, tras el fallo, no existe permiso de edificación vigente.
El hotel del “Jet set”
“Las marejadas recurrentes en la Región de Valparaíso han demostrado la extrema vulnerabilidad del proyecto Hotel Punta Piqueros. Se registró el caso en que las olas superaron la altura de los 40 metros, sobrepasando la obra gruesa de la construcción y la vía pública que ésta enfrente (…) La geografía del lugar donde se emplaza este proyecto aumenta el riesgo, por cuanto inmediatamente detrás del hotel se encuentra la ladera del farallón del Campo Dunar cortada como acantilado. Cuando la onda del tsunami sobrepase el hotel, chocará con esta verdadera muralla”, indican los vecinos que se oponen al proyecto.
Y advierten que “El agua retenida por el farallón elevará su nivel violentamente por sobre los 30 metros de altura que contempla la zona de seguridad. Se producirá así un efecto de resonancia y oscilación de las aguas entre el hotel y el farallón del acantilado, lo que multiplicará la capacidad destructiva de las olas (…) Si en el tsunami de 2010 murieron 150 personas, en una circunstancia de sismo asociado a tsunami en la zona donde se pretende emplazar este hotel habría una alta probabilidad de que mueran más de 1.500 personas”, aseguran.
El glamour no quedó fuera de la iniciativa. Entre los propietarios de la inmobiliaria se encuentra la familia Bolocco. El “pater familias” Enzo Bolocco se transformó en el nexo que hizo confluir a conspicuos inversionistas, los grupos Said y Urenda en el proyecto liderado por Inmobiliaria Punta Piqueros S.A. Los Bolocco operan desde la sociedad Bolocco Inversiones IPP, que integra además su hija, Diana, que lo hace desde Bolocco Comunicaciones. También es parte de la iniciativa, aunque se incorporó más tarde, Cecilia Bolocco, la ex Miss Universo.
¿Otro elefante (marino) blanco?
Más allá del glamour y de los personajes involucrados, vecinos se organizaron y opusieron al emprendimiento. Ante la displicente reacción de la municipalidad que minimizó el riesgo, optaron por recurrir ante tribunales. La Corte Suprema les dio la razón. Se paralizaron las obras. No se había efectuado ni siquiera la evaluación de impacto ambiental. Los cerca de 3.000 m2 ubicados bajo la Avenida Borgoño Nº 18.115, y que pretendía construir una superficie de casi 20.000 m2 y 148 estacionamientos, deberá esperar.
“Hay quienes aseguran que la gestión encabezada por el papá de la buena moza ex Miss Universo, que se casó con un expresidente argentino, se habría efectuado con fondos que serían de ella, lo que no me consta y no es de mucha importancia, pero lo que sí me consta es que tendrán que echar mano a más recursos porque deberán contratar profesionales para que le hagan correctamente los estudios respectivos que le permitan finalizar, de una vez por todas, la obra. Así que deberán sacar la plata de los paraísos fiscales, si es que allí la tienen, lo que tampoco me consta”, dice ironizando Herman.
Lo claro es que el proyecto sufrirá un nuevo año de retraso.