Los casos de maltrato entre estudiantes en establecimientos educacionales, conocido como bullying, se han hecho cada vez más conocidos y comunes.

Así lo muestran las estadísticas. Hace dos semanas, una apoderada demandó a un colegio de Huechuraba por esta causa y a principios de mes un menor de Viña del Mar terminó con riesgo vital en el hospital Carlos Van Buren tras ser golpeado por un compañero.

El año pasado la Superintendencia de Educación recibió 4.504 denuncias por maltrato a los escolares, cifra 13% superior a la del año anterior.

Durante el primer semestre de 2017 recibió otras 2.108 quejas por agresiones a estudiantes, a las que se les suman 91 hacia adultos.

De ellas, 689 corresponden a casos de maltrato físico entre menores y alrededor de 1.100 psicológico.

Además, la mayoría de las denuncias ingresadas se registraron en registradas en niños de educación básica.

Ante esta situación Alexis Ramírez, superintendente de Educación, explicó que “Influye un mejor conocimiento de la normativa, una menor tolerancia a conductas que antes estaban naturalizadas y el temor de los apoderados a que prácticas de bullying o maltrato afecten la integridad de los estudiantes y su rendimiento académico".

En cuanto a los recintos, la mitad de las denuncias por bullying en adultos y menores, se presentaron en colegios particulares subvencionados.