La titular del 10° Juzgado de Garantía de Santiago decretó la medida cautelar de prisión preventiva para los seis carabineros acusados de los delitos de tortura en contra de Josué Maureira (21), estudiante de medicina de la Universidad Católica, quien denunció haber sido objeto de agresiones por uniformados de la 51° comisaría de Pedro Aguirre Cerda.
Dos de los detenidos fueron, además, formalizados por el delito de tortura calificada por una situación de abuso sexual agravado, por el supuesto uso de un elemento contundente -un bastón retractil que se lo introdujeron en el ano- para abusar de la víctima.
La jueza del tribunal indicó que los testimonios presentados en la audiencia, más los exámenes físicos realizados a la víctima e imágenes de las agresiones, “son suficientes” para dar curso a la investigación.
Asimismo, sostuvo que ya que el incumplimiento de la “obligación mayor de estos funcionarios de respetar la ley y cumplir las garantías constitucionales es de la mayor gravedad”, los acusados constituyen un “grave peligro para la seguridad de la sociedad”, por lo que se hace necesaria la medida de prisión preventiva, la que se cumplirá en una unidad policial.
Se fijó en 120 días el plazo para la investigación.
La fiscal Paulina Díaz, de la Fiscalía especializada en Delitos Violentos y Económicos de la Fiscalía Sur, se mostró conforme con la decisión del tribunal y el plazo fijado para la investigación.
“Hay una situación de abuso de poder lo que hace aun más reprochable la conducta (de los acusados)”, sostuvo la fiscal tras la audiencia, al destacar que “es precisamente parte del delito de tortura el hecho de que las personas que ejecutan el delito sean funcionarios del Estado, en este caso funcionarios policiales”.
Maureira fue detenido durante la madrugada del lunes 21 de octubre, en toque de queda, y su caso está siendo investigado por la Fiscalía Metropolitana Sur. El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) presentó una querella por el “delito de tortura con abuso sexual agravado”. En la acción judicial, el INDH expone: “Lo mantuvieron esposado y así fue golpeado sin mediar provocación alguna e insultado por ser homosexual, asunto que dedujeron sus victimarios porque andaba con las uñas pintadas de rojo”.