El tocopillano de tiro libre abrió la cuenta para los londinenses frente al West Bromwich, el colista del certamen, en el minuto 83, pero la alegría duró poco.
Cuando ya tenían los tres puntos en el bolsillo, Calum Chambers cometió un dudoso penal. El balón le dio en la mano y el juez no dudó en decretar la pena máxima.
Jay Rodríguez lo cambió por gol a los 88'. Desazón total para Arsene Wenger y sus pupilos. La igualdad 1-1 dolió en demasía para los "Gunners". Si ganaban, habrían quedado a sólo un punto del Liverpool y de los puestos de Champions.
Por ahora se mantienen quintos, en sitial de Europa League, a tres unidades de los reds. El Arsenal deberá levantarse de este remezón y prepararse para lo que será su duro encuentro frente al Chelsea de este miércoles.