Se han inscrito los candidatos a las elecciones municipales y regionales y la derecha aparece fragmentada en 3 pactos (Republicanos/ultraderecha, Social Cristianos/conservadores y el pacto tradicional Chile Vamos), en lo municipal aparece el pacto del oficialismo + el PDC, pero en lo regional hay también fragmentación en este sector. Aparece un gran número de candidatos independientes distantes de los partidos, con propuestas más locales y regionales representando el fuerte desencanto a la política tradicional y probablemente tendrán un sorpresivo resultado en las urnas reuniendo una importante cantidad de apoyo ciudadano.
Por otra parte, en la derecha se observa un fuerte debilitamiento de Chile Vamos, en especial de la UDI y probablemente el 27 de octubre en la noche tendremos al Partido Republicano como el más votado y con más representantes electos generando un escenario nuevo en la derecha y de mayor hegemonía de la ultraderecha.
Por otra parte, en la centroizquierda los efectos del caso Venezuela generan una oportunidad de levantar un bloque político democrático, distante de la ultra izquierda que apoya a Maduro y su fraude electoral como el Partido Comunista y otros actores de esa izquierda radicalizada que actuó como “observadores” en el proceso electoral de Venezuela y no vieron ni criticaron el fraude ni el robo electoral de Maduro que ocurrió frente a sus ojos. Es más, apoyaron ese fraude. Y los motivos van desde lo ideológico hasta el financiero.
La centroizquierda democrática debiera jugar un rol protagónico en la solidaridad activa para que se respete la voluntad soberana del pueblo venezolano y proponer que en el ámbito internacional, Chile juegue un rol protagónico para que se produzca la transición democrática – con el apoyo de las democracias de América Latina, Unión Europea y EEUU vía una estrategia inteligente- donde ha quedado bien aspectado el liderazgo del presidente Boric, como lo señaló el Presidente Lula en su visita a Chile.
La centroizquierda democrática no puede apoyar a candidatos locales y regionales que hayan defendido a Maduro ni menos los que se declararon “soldados de Maduro” como lo es el caso de un candidato a Gobernador por la Región del Biobío; se debe reiterar su compromiso irrestricto por las libertades, la democracia y la existencia de sistemas electorales transparentes que incluyan autoridades electorales autónomas como ocurre en nuestro país como el Servel, donde a las 3 a 4 horas de cerrado el proceso electoral se tienen los resultados -que nadie cuestiona y al día siguiente están las actas validadas por los encargados de las mesas electorales-.
Hay una izquierda -que siguiendo a Maduro y a los derrotados españoles Pablo Iglesias e Irene Montero- quieren manipular los procesos electorales vía reducir el cuerpo de votantes y debilitar el Voto Obligatorio, bajando las multas o eliminándolas como ha sostenido el diputado Winter del Frente Amplio.
Este debate sobre el Voto Obligatorio, la participación de los migrantes nacionalizados después de 5 años de residencia quedó postergado para los próximos meses, ya que el veto Presidencial al proyecto de elecciones de 2 días solo reguló aspectos referidos a estas elecciones. Hay una parte de la izquierda que quiere eliminar la posibilidad de que extranjeros nacionalizados con 5 años de residencia voten en las elecciones presidenciales y parlamentarias y solo se les otorgue derecho a voto en las elecciones locales.
Mientras otro sector de la centroizquierda ha reivindicado el Voto Obligatorio con multas y no volver al voto voluntario.
Los problemas de la democracia se resuelven con más democracia y no con menos, como han postulado ciertos personajes de una izquierda dura, que apoya a Maduro y por esa vía respaldan procesos autoritarios y corruptos.
No es menor el impacto del caso Venezuela y ojalá emerga un bloque democrático y progresista plural con vocación de mayoría que se la juegue y presente proyectos para Chile donde se fortalezca la democracia, se trabaje para generar progreso económico y social (y no la miseria como ocurre en Venezuela) y se apoye el resurgimiento de las democracias con desarrollo para sus pueblos.
Una democracia debe evitar los abusos y por lo tanto, es clave también que en esta coyuntura se genere un acuerdo transversal para elevar las sanciones y multas ante el mal servicio prestado por la empresa eléctrica Enel y otras distribuidoras de energía que tuvieron sin electricidad a más de 500 mil hogares producto del sistema frontal que aquejó al país la semana pasada. Enel en la Región Metropolitana señala que este “martes o miércoles” estaría repuesto el servicio. Esta situación abusiva para las familias debe ser sancionada y las familias compensadas.
En este episodio ha habido una ausencia preocupante del Ministro de Energía y de la Superintendencia. Su rol es defender a las familias y cuestionar a las empresas distribuidoras. Los afectados sólo aparecen siendo defendidos por los Municipios.
Ya estamos en plena recta del proceso electoral y estos elementos descritos serán parte del debate público de las próximas semanas.