Oh I'm just counting

Editorial Cambio21. La agitada competencia presidencial a 15 días de las primarias y con el desplome de Matthei en las encuestas

Post Cuenta Pública irrumpieron las primarias del oficialismo, en la derecha se multiplicaron los errores de la campaña de Matthei, buscando copar la agenda pública ha develado su nerviosismo y también asistimos a como el Presidente de la República buscaba tener protagonismo paseándose por diversos programas políticos en radio y televisión.

 La política vuelve en gloria y majestad.

Es demasiado notorio que Matthei ha mostrado sus falencias antes del inicio formal de la campaña presidencial; por ejemplo, las torpezas comunicacionales como atacar a la vocera y al mismo tiempo desautorizar a su jefe de campaña.

 Es tan notorio su desplome que ha generado nerviosismo en la élite de la derecha que decidió reforzar su equipo político con la incorporación de los senadores Coloma, Cruz Coke y Galilea porque existe el serio riesgo de desfonde.

Una reciente encuesta muestra a Kast empatando a Matthei, donde Kast sube 3% -especialmente en mundo popular y jóvenes- y Matthei sigue estancada; por tanto, ya fue alcanzada y en próximas semanas podría ocurrir que Kast empiece a liderar las encuestas como ya ocurrió con una esta semana.

Matthei tuvo la oportunidad de ser parte de una derecha democrática, de buscar consensos con figuras del centro político, pero prefirió ser una política peleadora y descalificadora (“mejor que se calle la vocera”), validar las violaciones de los DDHH durante dictadura pinochetista, insistir en “la motosierra” para recortar el gasto fiscal y otras acciones.  

El desfonde de la candidatura es tal que esta semana, el exalcalde electo por la UDI, Rodolfo Carter, saltó a la candidatura de Kast y le dio un portazo a Matthei y a la derecha más conservadora. 

El apoyo de “Amarillos” llega tarde y extremadamente débil ya que hubo un importante sector de ese movimiento que renunció porque “no votamos por la derecha” como sostuvo la exsenadora y excanciller Soledad Alvear.

En ChileVamos se dan cuenta, pero no pueden admitirlo públicamente, pero el nerviosismo se empieza a instalar. Las debilidades de la candidata ya no pasan desapercibidas

 En las primarias de la centroizquierda a 15 días de la votación el panorama se torna incierto. La ventaja inicial de Tohá se diluye producto de una mala campaña, con un equipo de apoyo sin experiencia que la tiene sin presencia territorial ni con un perfil masivo en redes sociales donde se optó por instalarla como una política influencer a diferencia de la candidata del PC Jeanette Jara que insiste en su empatía, en su origen popular y da señales incluso si gana la primaria de desvincularse de la militancia comunista.

 La candidatura frente amplista -la continuidad del presidente Boric- sólo marca 5% en las encuestas revelando el duro juicio ciudadano a esta administración; incluso al analizar las encuestas existe el serio riesgo de que en primera vuelta triunfen Kast y Matthei y la centroizquierda/izquierda quede fuera de la segunda vuelta de diciembre revelando el más absoluto fracaso de la gestión política del Presidente Boric. Es más, en el Frente Amplio ya aseguran que de las primarias oficialista saldrán terceros, demostrando el poco apoyo a un candidato de continuidad de Boric.

No pasar a segunda vuelta para la centro izquierda sería un fracaso político tan fuerte como fue la derrota en el plebiscito constitucional con la propuesta maximalista que apoyó la administración Boric.

En la centroizquierda hay un serio riesgo de no pasar a segunda vuelta si la candidatura Tohá no gana las primarias del 29 de junio, lo cual no parece desmesurado considerando el escaso despliegue en los territorios producto de la baja presencia en los municipios grandes de alcaldes que apoyen a Tohá, la fragilidad de la presencia local de los partidos políticos que la apoyan, la ausencia de propuestas diferenciadoras para el futuro en relación a la administración Boric le están pasando la cuenta, ya que una candidatura continuista no tiene ninguna posibilidad de ganar las elecciones en segunda vuelta.

Incluso la candidata comunista Jeanette Jara se diferencia del gobierno criticando acuerdo SQM con Codelco, anunciando que insistirá “en el fin de las AFPs” a pesar de que ella en enero pasado suscribió acuerdo con la derecha para aumentar cotización para las cuentas individuales que administran las AFP’s dándoles más poder. 

Es un error político mayor no mostrar la diferenciación en la carrera corta que son las primarias, porque limitarse a movilizar electoralmente sólo al 26% que apoya al gobierno es una vía corta al fracaso.

Se requiere ampliar la movilización para las primarias a los decepcionados, a los desencantados de la mala gestión gubernamental, a los que comparten agenda reformista, pero no fueron parte del gobierno como es la DC, a los que en las encuestas marcan su preferencia por MEO, a los que privilegian la urgencia de recuperar el progreso y el crecimiento como parte esencial de la oferta política de la centroizquierda, a los que nunca votarán ni se aliarán con la derecha. 

Movilizar a alrededor de dos millones de electores requiere ampliar la convocatoria ciudadana, ir más allá de los frágiles partidos políticos actuales y abrir las puertas a los independientes, a las mayorías de clase media y sectores vulnerables que se han alejado de la gestión Boric, como lo revelan los distintos estudios de opinión pública.

 Esta carrera presidencial está agitada e incierta, se están generando muchas sorpresas revelando que la sociedad chilena está desconcertada ante la ausencia de liderazgos y equipos competentes que se hagan cargo del país para llevarlo a una senda de progreso y seguridad que demanda la mayoría y que la política debiera responder para no caer en manos del populismo autoritario que sigue creciendo especialmente en el mundo popular.