Oh I'm just counting

Editorial Cambio21. Las elecciones en medio de la peor crisis gubernamental


Estamos a 5 días de las elecciones regionales y municipales las que se realizarán en un ambiente público marcado por la tremenda crisis gubernamental provocada por el CasoMonsalve -que significó ya una caída de 5% de la aprobación gubernamental y 11% en la aprobación de la ministra Tohá-y por una serie de eventos que han minada la confianza ciudadana como la destitución inédita de dos ministros del Poder Judicial vía acusaciones constitucionales.

 Este inédito escenario no se preveía hace un mes ya que el caso Monsalve estalló con una inusitada potencia producto de la denuncia en sí y del mal manejo administrativo y comunicacional que generó la lenta salida del ex subsecretario encargado de la seguridad, lo que agudiza una crisis para el gobierno en una área donde la ciudadanía está exigiendo resultados concretos para detener los avances del crimen organizado y tendrá efectos electorales la próxima semana.

Al inicio del año en los análisis de “los opinologos”, nadie dudaba de que serían unas elecciones donde la derecha tenía “las mejores opciones de ganarlas”, entre otras cosas porque en la elección de mayo 2021 no les podía haber ido peor, lo que se reflejó en que solo eligieron un Gobernador Regional en la Araucanía y los 15 restantes eran de centroizquierda e izquierda y a nivel municipal en 2021 perdieron muchas Alcaldías emblemáticas como Santiago, Viña del Mar, Ñuñoa, triunfando solo en 20 municipios de los 80 con más población; por tanto, este año era la oportunidad de que la derecha y la ultraderecha recuperarán terreno a nivel regional y municipal.

Además, el voto obligatorio reinstalado en los plebiscitos constitucionales 2022 y 2023  permitía proyectar la reaparición de “un voto castigo a las élites que podía favorecer a la oposición derechista ” y que el gran desafío era presentarse en una sola lista o si no, que hubiera un pacto por omisión entre Chile Vamos y Republicanos, cuestión que podía lograrse y todo estaba dado para que en estas elecciones del 26 y 27 de octubre 2024 se instalará una corriente pro derecha que no terminaría hasta ganar las presidenciales 2025.

La derecha falló políticamente y no fue capaz de acordar listas unitarias -porque la ultraderecha/republicanos privilegió perfilarse y le compite a la derecha tradicional o “derecha cobarde” -como le llaman ellos- ni para las Municipales ni para las elecciones regionales; mostró que su liderazgo nacional -Evelyn Matthei- no ordenó al sector -incluso ahora empezó a bajar en las encuestas-; la campaña se inició con una multiplicidad de candidaturas de derecha y de ultraderecha en los niveles municipales y regionales; se empezaron a conocer diversas encuestas que mostraba la alta disposición ciudadana de votar preferentemente a los Independientes y no a los candidatos de los pactos políticos de los actores tradicionales.

Este fracaso político de construir una fórmula electoral que le permitiera ganar las elecciones está haciendo mella en la derecha, aunque el caso Monsalve y sus efectos electorales solo los favorecen a ellos y resultado del domingo 27 se convierte en una real incógnita que solo se despegará con el conteo de votos.

Pero lo más probable es que el 27 de octubre en la noche vuelva a emerger un voto castigo que se exprese en un aumento del “voto Nulo” o en Blanco y/o se exprese en que la ciudadanía opta por elegir a candidatos Independientes que no son parte de los pactos entre los partidos políticos tradicionales, canalizando por esa vía su desconfianza en la élite política tradicional que aparece cuestionada por caso Monsalve, caso Vivanco/Muñoz, caso Hermosilla, caso Chadwick y caso Cubillos/U. SanSebastián.

A días de la elección el efecto Cubillos Sigall y sus 17,0 millones mensuales en la U. San Sebastián se diluye y sólo esta vigente en la elección en Las Condes -que se ha vuelto competitiva- porque hay un sector de la derecha que no está disponible a votar por una candidata que abusó de esta libertad salarial en una universidad privada y está promoviendo el voto para una candidata independiente, jugada por la probidad como concejala como la ex Evopoli Catalina San Martín que en las últimas semanas ha subido en las encuestas locales, pero su triunfo depende si en algunos sectores optan por el voto útil y no seguir apoyando candidatos frente amplistas que podrían sacar menos del 15% de la votación en esa comuna ABC1.

Puede que el caso Monsalve diluya los efectos adversos del caso Hermosilla y otros escándalos en algunos candidatos de derecha, la división de la derecha en Concepción y la débil elegibilidad de algunos candidatos de derecha en diversos municipios -donde hace algunos meses se avizoraba una derrota de los alcaldes oficialistas -y hoy se está en una competencia electoral estrecha con los candidatos del pacto oficialismo + DC, como ocurre en Santiago, Viña del Mar, Ñuñoa, Concepción, Puente Alto por citar algunos municipios donde el resultado será estrecho el domingo 27.

Esta última semana será decisiva donde tendremos un escenario comunicacional marcado por el caso Monsalve que está instalado desde el viernes pasado en las distintas plataformas donde las diversas voces cuestionan el manejo de la ministra Tohá, el punto de prensa del presidente Boric y se conocen más antecedentes de la denuncia contra ex subsecretario Monsalve.

Será difícil para gobierno intentar retomar el control de la agenda pública como lo hizo previamente con sus anuncios sobre la reforma al CAE y al financiamiento de la educación superior, sobre la deuda histórica de los profesores que aunque fueron cuestionados por Rectores y expertos le permitió al gobierno instalar sus temas hasta que estalló la denuncia de violación y abusos contra el ex subsecretario Monsalve, incluso los 5 años del Estallido pasaron inadvertidos con esta crisis.

La ciudadanía para elegir Alcaldes, Concejales, Gobernadores Regionales o CORES quiere conocer sus propuestas locales y regionales, quiere saber si viven en la comuna y su han realizado acciones en favor de mejorar la calidad de vida en la comuna o región; por lo cual el efecto del caso Monsalve puede morigerse, pero probablemente este caso acentúo la molestia de la ciudadanía en relación al comportamiento de la élite política quién debería estar trabajando por enfrentar la crisis de seguridad y su máxima autoridad se ve envuelto en una denuncia que acelera su caída y que captura la atención completa de la televisión en los matinales.