Las encuestas de empleo de Universidad Católica y Universidad de Chile revelan que el país cayó a la peor crisis de empleo, casi superior a la del 82’.

Cerca de 2,3 millones de empleos se han perdido en los últimos doce meses 1.250.000 asalariados, 840.000 por cuenta propia y 170.000 de servicios domésticos, el impacto mayor de la caída del empleo se produce en los quintiles inferiores 35,4% es la tasa de empleo en quintil IV y sólo 28,4% en quintil de menores ingresos y menos ha afectado a los de mayores ingresos ya que su tasa de empleo está en 58,9%.

Si a esto se le suman los 710.000 trabajadores en suspensión laboral de la ley 21.227 que están recibiendo la decreciente tasa de reemplazo del seguro de cesantía y que según encuesta del Banco Central entre ejecutivos de empresas sólo el 50% volverá a su puesto laboral post-pandemia, estamos entonces frente a una nueva crisis social producto de esta pérdida de las fuentes laborales. Casi 3,0 millones de empleos se han perdido.

Este dato es consistente con la situación que están viviendo las Pymes que denuncian falta de apoyo, abandono de parte del Estado, que el Fogape ha dado créditos a 186.000 pequeñas empresas, pero es de un mes de ventas cuando la crisis ya lleva cinco meses y probablemente se extienda algunos meses más. La actividad productiva está casi paralizada especialmente para las Pymes, la minería y la construcción de la infraestructura pública mantiene su ritmo previo.

La inyección de consumo del retiro del 10% -equivalente a US$ 8.600 millones que recibieron 6.508.000 personas generará un efecto transitorio que permitirá amortiguar la caída de la actividad económica, pero -probablemente- no generará la recuperación de empleos que será más lenta y ayudará a reanimar el consumo.

En este complejo escenario, otra vez el Ministerio de Hacienda está llegando tarde para enfrentar la crisis de empleo y el abandono de las Pymes. A pesar de que el Senado le rechazó un proyecto de ley sobre rebajas tributarias reclamando un mayor aceleramiento de las medidas pro Pymes sólo se logró acelerar la constitución de una mesa de trabajo de los diversos gremios Pymes Unapyme, Asexma, Conupia, Asech entre otros pero aún el Gobierno –mantiene su foco en “los alivios tributarios”- y no asume que debe elaborar e implementar potentes planes de apoyo fiscal a sectores económicos deprimidos por la pandemia como el Turismo, la Gastronomía, la Industria Cultural y creativa por nombrar actividades paralizadas desde marzo que requieren impulso fiscal.

Resulta grave la indolencia gubernamental, en especial del ministro de Economía que abandono a las Pymes y concentró su tarea en facilitar la recuperación de la Construcción y del retail graficando el sesgo gran empresa que caracteriza a este gobierno.

La recuperación de la economía y del empleo no se genera con discursos ni anuncios de planes futuros que tardan en implementarse.

Se requiere seguridad sanitaria para retomar la actividad económica, la que hoy no se tiene ya que están aumentando los casos positivos -especialmente en las regiones del norte del país-, la trazabilidad es débil y la pandemia no está controlada. Los expertos alertan que el plan paso a paso traerá en las próximas semanas un rebrote de contagiados ya que la positividad sigue siendo alta en las últimas semanas.

La situación del desempleo se alargará por más meses y se requiere mejorar las tasas de reemplazo al 55% de los giros 5º, 6º y 7º con cargo al Fondo Solidario de Cesantía ya que el 75% de los 710.000 trabajadores con el beneficio de la ley 21.227 están ya accediendo a ese Fondo.

Debiera realizarse programas masivos de capacitación para facilitar la reconversión laboral ante el avance de la digitalización especialmente con las ventas on line y en la cadena logística y diseñar un sistema de subsidios a la contratación laboral que ayuden a los sectores económicos paralizados por la crisis.

Los anuncios gubernamentales por mucho marketing y despliegue en redes sociales -ya sabemos que no se concretan- tampoco en materia de inversión pública y privada, porque hay una base de actores productivos en una situación desastrosa producto del abandono de estos meses.

Insistimos la recuperación requiere impulsos fiscales reales.