Oh I'm just counting

El abstencionismo y la apatía en las clases medias. Por María Indo, concejala Quilicura

Quienes queremos construir un Chile más inclusivo, con desarrollo sustentable y diversificado sabemos que importa tener una educación de calidad, pero también es relevante que las instituciones democráticas estén legitimadas socialmente y se funden en una amplia participación ciudadana.

Lamentablemente estamos viviendo una etapa de alta desconfianza ciudadana hacia la política que ya se expresó con el bajo nivel de participación en las elecciones municipales del 2016, donde sólo votó el 35% del electorado pero ese promedio es más bajo en las comunas populares y de clase media como Quilicura,Maipú, Pudahuel, Puente Alto, San Miguel donde la participación se movió entre 22% al 29% y en las comunas de la cota mil como las Condes y Vitacura la participación bordeó el 40% o sea el electorado de altos ingresos y de alto nivel educacional participa más activamente que las mayoritarias clases medias.

En esta campaña presidencial y parlamentaria predomina en los puerta a puerta y en las conversaciones con las familias de las comunas de clase media el discurso “anti-política”, la decepción por que las promesas de campaña no se cumplen y claramente una parte importante del electorado de centro izquierda no tiene motivaciones para ir a votar ni el 19 de noviembre ni en 2ª vuelta.

Hay fuerte desconocimiento de las reformas sociales impulsadas por este gobierno –notorio déficit comunicacional de los Ministerios que no han informado en terreno sobre los avances ocurridos en estos años-; pareciera que los 257.000 beneficiarios de la gratuidad para acceder a la educación superior no son historias de vida que se comentaran con orgullo en los barrios.

Emerge como fuerte preocupación ciudadana el reclamo por las bajas pensiones de las AFP’s, pero muy poca gente sabe que hay una reforma de pensiones de Bachelet en el Parlamento que crea un ente público como el Consejo de Ahorro Colectivo para administrar el 5% de mayor cotización previsional ni menos saben que habrá fondo solidario intrageneracional y que no habrá “ni un peso más para las AFPs”.

De persistir este escenario de baja motivación electoral en el mundo popular y las clases medias, los actores de la centroizquierda –tanto a nivel presidencial como parlamentario- tendrán malas noticias la noche del 19 de noviembre al conocer los resultados electorales.

Es urgente enfocarse en el despliegue territorial y en los barrios, en generar comunicación directa con ese electorado desconfiado para motivarlo para que vaya a votar este 19 de noviembre.

Esta elección no se ganará vía twitter y Facebook como creen algunos/as; los candidatos y sus equipos deben estar en terreno generando nuevas modalidades de vinculación con este nuevo Chile apático y desconfiado de la política; si no se cambian los actuales estilos de campaña habrá poca participación electoral (menos de 6 millones de electores) y eso anuncia el triunfo de la derecha que tiene un electorado duro que sí o sí irá a votar.