Los ejecutivos resultaron imputados en el caso Bocaminas, sin embargo, no serán condenados a pesar de haber generado una grave contaminación, violando la ley y a sabiendas del daño causado, en Coronel.
Los hechos datan de los años 2012 a 2015, oportunidad en que las unidades del complejo termoeléctrico Bocamina I y II utilizaron para su proceso productivo el carbón como combustible, "propagando indebidamente al aire, la tierra y el agua diversas sustancias nocivas para la salud animal y vegetal", estableció la sentencia que acogió la suspensión condicional del procedimiento.
El Juzgado de Garantía de Coronel dio lugar a la suspensión condicional del procedimiento solicitada por la Fiscalía tras acuerdo con los imputados, por dos años, en relación a tres ejecutivos de la empresa eléctrica Enel imputados como autores de los delitos de contaminación medioambiental e infracción a la Ley de Pesca.
Según da cuenta el Poder Judicial, entre los años 2012 y 2015 las unidades del complejo termoeléctrico Bocamina I y II utilizaron para su proceso productivo de generación de electricidad el carbón como su combustible, “propagando indebidamente al aire, la tierra y el agua, diversas sustancias nocivas para la salud animal y vegetal, especialmente metales pesados como cromo, arsénico, níquel, cadmio y mercurio, entre otros, en porcentajes superiores a los tolerados por la normativa nacional”.
A pesar de resultar acreditados los hechos y confesos los trasgresores, el magistrado Jorge Henríquez Mora aprobó la salida alternativa acordada por el ente persecutor -la Fiscalía- y Enel. Este acuerdo considera el cierre de los sectores 1 y 2 –y eventualmente del 3– del vertedero de cenizas de la empresa, la que se comprometió a invertir alrededor de 13 mil 400 millones de pesos para garantizar que dichos residuos no contaminen las aguas subterráneas o el aire, mediante la implementación del sellado e impermeabilización de los sitios, a través de la instalación de geomembranas, cubiertas con un metro de material de excavación y una cobertura vegetal.
También se acordó el monitoreo permanente de posibles roturas y vigilancia de eventuales episodios de contaminación de los sistemas de aguas subterráneas. Esto será supervisado por el Centro de Ciencias Ambientales de la Universidad de Concepción.