Los enviados del papa Francisco a Chile, Charles Scicluna y Jordi Bertomeu, aseguraron que vinieron al país a "pedir perdón en su nombre" por los delitos ocurridos al interior de la Iglesia Católica.
Ambos religiosos llegaron al país minutos antes de las 08:00 horas y en una breve conversación con los medios, Bertomeu aseveró que vienen a "escuchar a las víctimas", con la misma misión que tuvieron en su viaje anterior.
"Hemos venido a pedir perdón en su nombre", recalcó.
Al ser consultado sobre posibles nuevas salidas de obispos, Bertomeu recalcó que "eso tenemos que dejarlo en sus manos (del papa), pero estamos expectantes de que se va a solucionar muy bien".
Scicluna y Bertomeu estarán en el país hasta el 19 de junio, donde se espera que se reúnan con una serie de víctimas de abusos y que visiten la diócesis de Osorno.