Si bien el empleo se ha recuperado globalmente en los países que compenen la OCDEa niveles anteriores a la crisis económica, no lo han hecho los salarios, que sufren un estancamiento sin precedentes que afecta en particular a países como Grecia y España y a los trabajadores precarios y que han pasado por periodos de paro.
El Informe Anual de Perspectivas del Empleo publicado este miércoles por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advierte además de que los empleos que se están creando no tienen la misma calidad que los destruidos con la recesión de hace un decenio.
El bajo nivel de crecimiento de la productividad (1,2 por ciento anual en los cinco últimos ejercicios, frente al 2,3 por ciento antes de la crisis) es uno de los factores que explica ese estancamiento salarial.
En el ranking, liderado por España y Grecia, Chile se sitúa en el puesto 12 -por sobre el promedio- de los empleos más precarios.
El ritmo de progresión nominal de los salarios, del 5,8 por ciento en el segundo trimestre de 2007, antes de la crisis, pasó al 3,2 por ciento en el último trimestre del pasado año.
Ese fenómeno no se ha producido de forma homogénea, ya que las remuneracionesdel 1 por ciento de los asalariados más favorecidos han crecido a una cadencia mucho más elevada que la media de los trabajadores a tiempo completo, una tendencia de largo plazo que se refuerza.
En el otro extremo de la escala social, el porcentaje de pobres entre la población en edad de trabajar subió al 10,6 por ciento en 2015, frente al 9,6 por ciento una década antes, en parte porque quienes perdieron su empleo han tenido una cobertura de paro más deficiente.
Menos de uno de cada tres reciben subsidios y muchos, al quedarse sin esa cobertura, se han visto obligados a aceptar puestos de peor calidad y remuneración.